martes, mayo 19, 2009

Francisco de Paula Santander: el hombre de las leyes

FRANCISCO DE PAULA SANTANDER: EL HOMBRE DE LAS LEYES
Por OLGA MARIA LACOUTURE SERRANO
RESEÑA CRÍTICA DEL LIBRO: FRANCISCO DE PAULA SANTANDER: EL HOMBRE DE LAS LEYES RESUMEN El nombre de Santander no se escucha por ser filósofo ni diplomático, algo aun mucho más importante que estos, es porque está ligado con la fundación de la República y la construcción de las primeras instituciones políticas de nuestros tiempos como nación. INTRODUCCIÓN Al realizar este trabajo escogí textos referentes al tema tales como: “Santander el hombre de las leyes de la Academia Boyacense de la Historia”, “Santander, padre de la democracia en Colombia de Baltazar Isaza Calderón y Carlos Alberto Mendoza”, entre otros. Mi análisis se dirige básicamente a contar desde mi punto de vista la obra “Francisco de Paula Santander: el hombre de las leyes”, en toda su extensión, desde el comienzo de la vida de este gran hombre cuando iniciaba sus estudios en el colegio hasta su desafortunada muerte en la cual estuvo rodeado hasta el final de sus más allegados que a la vez eran ilustres hombres. PREGUNTA PROBLEMA ¿Cuáles fueron las causas por las cuáles la historia de Colombia estuvo siempre manchada por las discordias de Santander y Nariño, y Santander y Bolívar? PROPOSITO DEL LIBRO El texto si logra responder la pregunta problema planteada, ya que Santander, Nariño, y Bolívar, marcaron la historia de Colombia al buscar defender cada uno sus intereses sin importar que viniera por delante. Ese contraste de intereses y de características diversas que distinguían a cada uno de ellos es lo que hace que nuestra historia sea interesante, y es lo que se explica en este libro. FRANCISCO DE PAULA SANTANDER: EL HOMBRE DE LAS LEYES “Las armas os han dado independencia, las leyes os darán la libertad” Los estudiantes de los colegios de San Bartolomé y el Rosario fueron los primeros en ver en su futuro la búsqueda de la libertad. Específicamente en San Bartolomé estudiaba un joven varonil, de cabello rizado, ojos grises, labios delgados, y cejas gruesas y pobladas llamado Francisco de Paula Santander, en el que su vida y obra a lo largo de la historia brillaba con luz propia. Por otro lado se encontraba otra eminencia histórica, culta e inquieta, un hombre nacido en Caracas, Venezuela, su nombre era Simón Bolívar. A éstos dos hombres tan diferentes en el fondo eran muy iguales, a ambos los unía el deseo de liberar a su patria de las manos de la colonia española. Bolívar clamaba por la libertad de Nueva Granada, el motivo de su gloria era liberarlos del sometimiento en el que los tenia España, pensaba que las fronteras se acababan para que el pueblo unificado perdiera su esclavitud, no era justo que por un lado estuviera un pueblo libre, y a otros metros de distancia uno sometido a la esclavitud. Para conseguir los planes propuestos primero debería existir una organización de lo que se iba a hacer, por lo que Bolívar desde la ciudad de Cartagena prepara todo durante un tiempo. Pasan algunos años y se comunica con el Congreso de Angostura para informarles su objeto de que la Nueva Granada y Venezuela sean una sola con el fin que desde allí empiece la liberación de toda Suramérica. Nuestra interesante historia nos muestra a dos hombres totalmente diferentes, pero esas diferencias se complementaban. Es necesario conocer un poco de cada uno de ellos para entender mejor sus formas de actuar a lo largo de su camino. Bolívar era un hombre soñador, romántico, se podría llegar a concluir que por su forma de pensar se desprendía del mundo en el que vivimos para empezar a soñar. Santander vivía en el mundo actual no soñando, se caracterizaba por ser muy ordenado, en sus escritos se encontraban descripciones de hechos que nada tenían con ver con fantasías. Santander en sus cartas trataba con gran inspiración el tema de la ley él pensaba que la única manera de salir de tantos conflictos es siguiendo lo estipulado en ella, sus cartas también se caracterizaban por qué no se encontraban ningún tipo de explicación sobre sus sentimientos. Bolívar nada tenía que ver con este, el escribía de forma apasionada teniendo en cuenta sus sentimientos como todo personaje romántico. “Y la independencia se logró con el catecismo de Nariño sobre los derechos del hombre, la imaginación creadora de Bolívar que apasionó a los pueblos, las lanzas de los llaneros que atravesaban el páramo y la ordenación institucional de Santander” . Otra de las diferencias entre Bolívar y Santander fue su forma de concebir el concepto de nación porque cada uno fue criado en entornos completamente diferentes. Bolívar estuvo influenciado por la revolución francesa, estudió a Santo Tomás de Aquino, y empezó cursos de derecho a muy temprana edad. Santander por religiosas que le inculcaron el orden del cual se caracterizaba ya que por medio de campanas todos los días en las madrugadas se levantaba para asistir a misa, estuvo con ellas hasta los quince años que fue la época en la que fue al colegio. Al mantener conversaciones con otras personas también se notaba la diferencia entre ambos. Bolívar charlaba con todos como si fueran sus grandes amigos. Santander era serio, quería dar la impresión de autoridad con su lenguaje. “Pero llegó la Revolución. Su primera etapa fue de discursos elocuentes. La segunda etapa se convirtió en una contienda feroz e inoportuna entre los patriotas, divididos en dos bandos. La tercera señaló la implantación del terror y la erección de los patíbulos. La cuarta señaló la pausada y heroica reconquista de la libertad” . Santander prestaba sus servicios a la independencia de Nueva Granada en Los Llanos, allí mantenía a la población activa buscando todo el mismo fin. En este lugar fue que conoció a Bolívar, y desde allí fue su amigo incondicional. Obtenían cargos afines hasta que Bolívar se fue exiliado a Venezuela y Santander se quedo en Colombia. Luego de un tiempo en que su amistad continuara creciendo Francisco de Paula Santander le comunicó a todo el ejército que se preparara porque ya era hora de conseguir la tan anhelada libertad de Nueva Granada. “Inclusive mientras esto se estaba llevando a cabo, se había organizado una República de Colombia al menos sobre el papel. Bolívar fue llamado de regreso a Angostura en Septiembre de 1819 para hacer frente a una revuelta militar originada por factores tales como la propia preeminencia de Bolívar y el gobierno ineficaz del Vicepresidente Zea. La revuelta fue liquidada pacíficamente tan pronto como Bolívar llegó a la escena de los acontecimientos. Luego, como una inadecuada culminación de su triunfo, el Congreso de Venezuela proclamó formalmente en una breve Ley Fundamental, la unión de Venezuela, Nueva Granada y Quito, en la República de Colombia. Sin embargo, no se adoptó una organización permanente. Actuando entonces como supremo cuerpo legislativo de toda “Colombia”, el congreso nombró a Bolívar y a Zea como presidente y vicepresidente de la República, respectivamente, y creó dos vicepresidentes adicionales, uno con especial responsabilidad para Venenezuela, y el otro para la Nueva Granada, o Cundinamarca, como debía llamarse todo este estado en adelante. Desde luego se dio a Santander esta última posición, que era en esencia la misma que ya ocupaba” En el año de 1819 Bolívar fue declarado por el Congreso, presidente de la República. En el discurso que lo eligieron solo se le daban honores y se hablaba de lo excelente persona que era. Todo el pueblo estaba feliz, pensaban que ahora si iba a ser el momento de ser reconocidos independientes. Pero no fueron muchos los días en que Bolívar estuvo gobernando porque tenían el compromiso de liberar a Venezuela, por tal razón quedó Santander a cargo de todo el gobierno. Además de estos dos grandes hombres en la época también fueron muy importantes Don Antonio Nariño y el General José Antonio Páez. Al llegar a Cúcuta Santander no conocía a Nariño pero con el paso del tiempo se volvieron grandes amigos, hasta el punto de que luego fue Don Antonio quien lo ayudó a conspirar contra Bolívar. Al morir Nariño dejó no sólo su recuerdo, también los Derechos del Hombre. El General Páez, federalista y ambicioso, tenía en mente la construcción de una Gran República, pero ésta se encontraba apartada del concepto de que tenía Bolívar de la misma, por esta razón su forma de ser apática lo alejó de Santander, y al mismo tiempo hizo que el plan que se tenía de unión en la patria se debilitara. Durante este tiempo se formó un grupo que estaba en contra de los pensamientos del Libertador, y no solo de éstos sino también de su forma de ser, por éstas razones y otras llego a manos de Bolívar en la casa de Gobierno una carta de parte de Santander en la que cancelaba la amistad que existía entre ambos. Desde aquí se inició la lucha entre ambos. Pero todo no hubiera sido peor hasta el 9 de abril de 1828 en donde Bolívar formo una convocatoria para crear la Convención de Ocaña con el fin de reformar lo que ya se encontraba estipulado en la Constitución de Cúcuta y de ponerle fin a las diferencias que se encontraban en ambos líderes . Pero ni siquiera hubo una reunión ni conversación, se encontraron en Ocaña cada uno con su estrategia establecida. El primer grupo en presentar su proyecto de reformas para la Constitución se dio el 21 de mayo de 1828, liderado por Santander y conformado por grandes abogados y parlamentarios con experiencia en estos temas, por el contrario el grupo de Bolívar se encontraba en desventaja porque además de ser muy pocas personas, no tenían experiencia alguna que se refiriera a este tema. Como se observa no había nada porque luchar, Bolívar en este aspecto no tuvo como dar la pelea y defender sus intereses por tal razón su grupo decidió enviar una declaración en la que se anunciaba que se apartaban de lo que tuviera que ver con la Convención de Ocaña. Pero aunque fueran tantas las diferencias que se encontraban en el ambiente por parte de sus líderes, éstas no afectaron la formación de la Nueva Granada en donde se encontraba a Colombia, Venezuela, y la República Independiente de Ecuador desarrolladas las tres con una identidad diferente como cada una con sus símbolos y escudos nacionales diferentes. En ésta época se encontraban dos constituciones, la de Cúcuta y la de Ocaña, cada una con una concepción de Estado diferente. “Dos constituciones. Dos regionalismos. Pero existe otro factor que no ha sido analizado: la pugna de dos generaciones con dos mentalidades. La generación de la guerra y la generación de la paz. En la guerra predomina lo que llamaban los griegos “la areté”, el valor, la virtud heroica, la espada. En la paz, la rutina, la burocracia, la discusión, la palabra, la ley que permite su libre emisión” . Todo terminó el 28 d agosto en donde se publica en decreto que la Constitución de Cúcuta dejó de existir, y que en la nueva Constitución no se le atribuye ninguna función a Santander, al contrario que el Jefe Supremo del Estado al que se le dio un gran número de ellas. Pero el pueblo no estaba tranquilo, el grupo de opositores de Bolívar pensaban que él no tenía ningún poder para crear una nueva Constitución, por tal razón se creó un grupo clandestino que defendía la Constitución que fue abolida. Con el paso del tiempo el grupo de opositores se fue intensificando, haciéndose cada más fuerte y el odio y la indiferencia cada vez grandes. El deseo de venganza no cesaba, Bolívar sin saberlo estaba corriendo un grave peligro. Enfermo el Libertador hace que llamen a Manuela “su mujer” al Palacio. Ella al llegar lo acompaña a su cuarto y al paso de unos minutos siente ruidos que no sabía de donde provenían. Despertó al Libertador para informarle y lo primero que él trato de hacer fue abrir la puerta con su espada pero Manuela no lo dejó, el plan sería que él se lanzara por la ventana mientras Manuela confirmaba que no habían personas, de lo que pasaba luego en el Palacio se encargó ella, y esto fue que un grupo de hombres entraron a tratar de matar al Libertador pero no lo encontraron, le preguntaron varias veces a ella en dónde estaba y lo primero que se le ocurrió fue decir que estaba en el Consejo, pero se dieron cuenta que la ventana estaba abierta y le preguntaron que por que estaba así y ella dijo que era para saber de donde provenían los ruidos. Unos creyeron, otros no, aun así se fueron del Palacio y la vida del Libertador quedó en ese momento fuera de todo peligro. El libertador escondido debajo de un puente decide en la madrugada devolverse al Palacio, y lo primero que hace al llegar es llamar a sus allegados de más altos cargos para que desde ese momento empezara la investigación para saber quien estaba a cargo de ese grupo que lo odiaba tanto que llegó hasta el punto de querer asesinarlo. Él por su parte decidió proteger su vida y la gloria de su nación saliendo del país y dejando todo el proceso a cargo de Rafael Urdaneta. La opinión de todos apuntaba a que había sido Santander el que se encontraba a la cabeza del casi asesinato, pero el se defendió y negó todas las imputaciones que se le estaban acusando. A Rafael Urdaneta esos argumentos no le sirvieron de nada y se le condenó en nombre de la República a la pena de muerte a Santander. No habían pasado muchos días luego de la decisión de la pena de muerte cuando una mujer se dirigió a Bolívar por medio de una carta hablándole de las bellezas y bondades de Santander para pedirle que por favor no lo hiciera, que no le aplicara la pena. Ésta mujer fue Nicolasa Ibáñez, amiga y amante de Santander. Gracias a la carta de Nicolasa, Bolívar decide investigar mejor el caso de Santander el cual llega a la siguiente conclusión: “Esa medida planteaba una situación política grave por muchas razones. La primer, Santander era granadino. Era juzgado por venezolanos. Como el General Páez, venezolano, no admitió ser juzgado por los granadinos. La unidad estaba disuelta por esos días por el regionalismo. Santander había sido la primera figura granadina en la guerra de la independencia. Se tiene en cuenta, que en la carta de los ministros, el hecho de que Santander impidió en Soacha el asesinato del Libertador a manos de Carujo y se aconseja la destitución del General inculpado y su extrañamiento de la República. De esta manera fue conmutada la pena de muerte que decretó Urdaneta.” Luego de esta decisión que le salvó la vida, y que dejo a Urdaneta con las ganas de realizar una pena de muerte innecesaria Santander decidió tomar el camino del exilio. Gracias a que Bolívar fue una pieza clave para anular la pena de muerte, la amistad entre él y Santander no estaba terminada completamente, con decir que hasta se veían en reuniones sociales y se saludaban, hasta podían llegar a mantener una breve conversación Durante el exilio: “Anduvo Santander por los principales países de Europa desde 1829 hasta principios de 1832, en que pasó a Estados Unidos, y recibió allí el oficio de en que la Convención granadina le comunicaba la elección que en él había hecho para Presidente interino de la Nueva Granada; vino a desembarcar en Santa Marta y continuó en su viaje por tierra, con el fin de conocer de vista gran parte del país y también para darse cuenta de las necesidades de los pueblos” . Si respondemos al cuestionamiento que plantea ¿Qué sintió Santander al enterarse de la muerte de Bolívar? Nos podemos quedar cortos respondiendo acerca de dicho tema, ya que el General Santander era un hombre muy poco expresivo en lo que a su sentimientos respecta, agregando que los hombres de la vida militar difícilmente suelen expresar los conflictos espirituales, dolores y alegrías intimas. Después de la muerte de la muerte de Bolívar, el general Santander lo mas seguro era que haya pasado mucho tiempo pensando y recordando cada una de las aventuras, momentos agradables y de discordia junto a su colega y gran amigo en algún momento, ya que fueron diez largos años de una entrañable amistad, en los cuales primero fue uno mas de sus subalternos, para después ocupar el honroso cargo de su mano derecha en la epopeya, un tiempo después Francisco De Paula Santander llego a ser el discípulo y sucesor de Bolívar, lastimosamente tiempo después debido a choques en sus ideales fue señalado por Bolívar y todos sus simpatizantes como enemigo, posición deshonrosa con la cual se iría a la tumba, ya que se encontraron escritos que aseguran que bolívar nunca llego a perdonar aquella falta de lealtad. Y la vida de estos dos grandes hombres terminó en que Bolívar murió a causa de una neumonía en Santa Marta acompañado de pocas personas que eran sus más sinceros amigos. Santander al contrario en su lecho de muerte estuvo acompañado hasta el último momento por un gran número de personas que lo estuvieron apoyando hasta su último suspiro. “El 28 de abril de 1840 sonaron las campanillas a lo largo de la calle real. Una procesión de dos mil personas acompañaba al arzobispo Manuel José Mosquera, de la Catedral Primada a la casa de Santander. Se realizó, dentro de un silencio respetuoso, la conmovida ceremonia en la alcoba del general. Siempre fue fiel a la fe católica, inculcada por los padres jesuitas.” CONCLUSION Gracias a Francisco de Paula Santander podemos decir que somos la Colombia actual, éste ilustre hombre nos organizó luego del caos en que nos encontrábamos una vez finalizada la guerra de la Independencia, formó las primeras instituciones políticas que claramente han sido la base la creación de todas las demás a lo largo de la historia, y fue un gran administrador al lograr un periodo de paz en la Nueva Granada luego de tantas luchas. En pocas palabras a éste se le puede atribuir la conformación de la nación que somos hoy, tanto por su conformación geográfica vista externa, y su parte interna vista como un país organizado de forma independiente. BIBLIOGRAFIA ACADEMIA BOYACENSE DE HISTORIA. Santander, el hombre de las leyes. Bogotá. Editorial Kelly, 1990. 183 p. BUSHNELL, David. El régimen de Santander en la Gran Colombia. Bogotá: Editorial Tercer mundo. 1966. 394 p. FORERO BENAVIDES, Abelardo. Francisco de Paula Santander: el hombre de las leyes. Madrid. Editorial Anaya; 1988. 127 p. GRILLO, Max. El hombre de las leyes. Bogotá: Editorial Imprenta Nacional. 1840. 339 p. HOENIGSBERG, Julio. Santander ante la historia. Tomo 1, 2, y 3. Barranquilla. Editorial Imprenta departamental, 1970. 896 p. ISAZA CALDERÓN, Baltazar y MENDOZA, Carlos Alberto. Santander, padre de la democracia en Colombia. Panamá: Editorial Litográfica S.A., 1983. 94 p. MENDOZA PEREZ, Diego. HENAO, Jesús. ARRUBIA, Gerardo. Archivo Santander. Bogotá: Editorial Águila negra. 384 p. RESTREPO, Juan Manuel. Historia de la Nueva Granada. Editorial Cromos, 1952. 414 p.