martes, noviembre 13, 2007

Ley primera de 1863

Ley primera de 1863 (9 de febrero de 1863) La Convención Nacional DECRETA: Artículos Artículo 1.- Mientras se expide la Constitución política de la Unión Colombiana, el Gobierno Ejecutivo de ella estará a cargo de un ministerio compuesto de cinco ministros, denominados de lo interior, de relaciones exteriores, de hacienda, del tesoro y crédito nacional y de guerra. Artículo 2.- Los miembros del ministerio ejecutivo, con excepción del ministro del tesoro y crédito nacional, que puede residir en el distrito federal, ejercerán sus funciones en el lugar designado para las sesiones de la Convención Nacional. Artículo 3.- Cada ministro despachará por sí solo, y bajo su responsabilidad, los negocios de su resorte, que serán respectivamente los que, según las disposiciones hasta ahora en vigor, corresponden a la secretaría de estado de la misma denominación. Artículo 4.- Los ministros del Ejecutivo son nombrados por la Convención Nacional de dentro o fuera de su seno. Artículo 5.- Las plazas de cada ministerio serán las que tenía la secretaría de estado de su misma denominación; y corresponden a los ministros las mismas funciones económicas que ejercía el Poder Ejecutivo por el órgano del respectivo secretario. Artículo 6.- Los empleados de cada ministerio, incluso el ministro, gozarán de los sueldos fijados por las disposiciones vigentes para el personal de cada secretaría de estado. Los gastos de material serán también los mismos. El diputado a la Convención en quien recaiga la elección de ministro, no gozará de dietas y de sueldo simultáneamente. Artículo 7.- Las faltas accidentales de los ministros, que no pasen de tres días, se suplirán por otro de los ministros designados por el Presidente, y las de mayor tiempo, así como las perpetuas, se llenarán por nuevos ministros que nombrará la Convención, llegado el caso. Artículo 8.- Los ministros del Ejecutivo provisorio presentes en el lugar de las sesiones de la Convención Nacional, elegirán un Presidente de entre ellos, cuyas funciones son: 1. Decidir toda cuestión de competencia que se suscite entre los ministros; 2. Convocarlos a reuniones, que presidirá, para discutir aquellos asuntos que tengan un carácter general o se rocen con dos o más ministerios. Las reuniones del ministerio tendrán lugar también a solicitud de dos de los ministros, para cualquiera de los objetos indicados. Artículo 9.- Los actuales empleados del poder judicial y del ministerio público, pertenecientes al Gobierno general, continuarán en sus destinos, sin perjuicio de lo que disponga la Constitución. Los de los estados que ejercen funciones de un carácter general, continuarán desempeñándolas. Las funciones de unos y otros empleados serán las que se hallan determinadas por las disposiciones vigentes. Artículo 10.- Queda derogado el pacto transitorio de unión de 20 de septiembre de 1861, con excepción de su Artículo 5.° Dada en Rionegro, a nueve de febrero de mil ochocientos sesenta y tres. El Presidente, diputado por el estado soberano de Cundinamarca, Francisco Javier Zaldua.- El Vicepresidente, diputado por el Distrito Federal, Eustorgio Salgar.- El diputado por el Estado Soberano de Antioquía, D. D. Granados.- El diputado por el Estado Soberano de Antioquía, M. García.- El diputado por el Estado Soberano de Antioquía, Antonio Mendoza.- El diputado por el Estado Soberano de Antioquía, C. A. Echeverri.- El diputado por el Estado Soberano de Antioquía, Juan C. Soto.- El diputado por el Estado Soberano de Antioquía, Pascual Bravo.- El diputado por el Estado Soberano de Antioquía, José M. Rojas Garrido.- El diputado por el Estado Soberano de Bolívar, José Araújo.- El diputado por el Estado Soberano de Bolívar, Benjamín Noguera.- El diputado por el Estado Soberano de Bolívar, R. Santodomingo Vila.- El diputado por el Estado Soberano de Bolívar, Fernando Sánchez.- El diputado por el Estado Soberano de Boyacá, Santos Gutiérrez.- El diputado por el Estado Soberano de Boyacá, Santos Acosta.- El diputado por el Estado Soberano de Boyacá, Antonio Ferro.- El diputado por el Estado Soberano de Boyacá, P. Cortés Holguín.- El diputado por el Estado Soberano de Boyacá, J. Eusebio Otálora.- El diputado por el Estado Soberano de Boyacá, J. del C. Rodríguez.- El diputado por el Estado Soberano de Cauca, T. C. de Mosquera.- El diputado por el Estado Soberano de Cauca, Andrés Cerón.- El diputado por el Estado Soberano de Cauca, Ezequiel Hurtado.- El diputado por el Estado Soberano de Cauca, Julián Trujillo.- El diputado por el Estado Soberano de Cundinamarca, Daniel Aldana.- El diputado por el Estado Soberano de Cundinamarca, Francisco deP. Mateus.- El diputado por el Estado Soberano de Cundinamarca, Juan A. Uricoechea.- El diputado por el Estado Soberano de Cundinamarca, Lorenzo María Lleras.- El diputado por el Estado Soberano de Cundinamarca, Manuel Ancízar.- El diputado por el Estado Soberano de Cundinamarca, Salvador Camacho Roldán.- El diputado por el Estado Soberano del Magdalena, José M. L. Herrera.- El diputado por el Estado Soberano del Magdalena, Luis Capella Toledo.- El diputado por el Estado Soberano del Magdalena, M. L. Herrera.- El diputado por el Estado Soberano del Magdalena, J. M. Barrera.- El diputado por el Estado Soberano del Magdalena, Agustín Núñez.- El diputado por el Estado Soberano de Panamá, justo Arosemena.- El diputado por el Estado Soberano de Panamá, G. Neira.- El diputado por el Estado Soberano de Panamá, B. Correoso.- El diputado por el Estado Soberano de Panamá, R. Núñez.- El diputado por el Estado Soberano de Santander, Foción Soto.- El diputado por el Estado Soberano de Santander, Estanislao Silva.- El diputado por el Estado Soberano de Santander, Aquileo Parra.- El diputado por el Estado Soberano de Santander, Narciso Cadena.- El diputado por el Estado Soberano de Santander, Alejandro Gómez Santos.- El diputado por el Estado Soberano de Santander, Felipe Zapata.- El diputado por el Estado Soberano de Santander, Marcelino Gutiérrez Álvarez.- El diputado por el Estado Soberano de Tolima, José Hilario López.- El diputado por el Estado Soberano de Tolima, B. Herrera.- El diputado por el Estado Soberano de Tolima, Liborio Durán.- El diputado por el Estado Soberano de Tolima, José M. Cuéllar P.- El diputado por el Estado Soberano de Tolima, M. A. Villoría.- El Secretario, Clímaco Gómez V.

Pacto de la Unión de 1861

Pacto de la Unión de 1861 (20 de septiembre de 1861) ENTRE LOS ESTADOS SOBERANOS DE BOLÍVAR, BOYACÁ, CAUCA, CUNDINAMARCA, MAGDALENA, SANTANDER Y TOLIMA. Los infrascritos, Antonio González Carazo, Plenipotenciario por el Estado Soberano de Bolívar; Santos Acosta, Plenipotenciario por el Estado Soberano de Boyacá; Manuel de Jesús Quijano, Plenipotenciario por el Estado Soberano del Cauca; Francisco Javier Zaldúa, Plenipotenciario por el Estado Soberano de Cundinamarca; Manuel Abello, Plenipotenciario por el Estado Soberano del Magdalena; Januario Salgar, Plenipotenciario por el Estado Soberano de Santander, y Antonio Mendoza, Plenipotenciario por el Estado Soberano del Tolima; después de haber canjeado y encontrado en debida forma los plenos poderes de que están revestidos por sus respectivos Gobiernos, y con el fin de proceder a la organización de una nueva asociación política que asegure para siempre el orden, la paz, la libertad y la consolidación del sistema federal, bajo cuyos auspicios desean y quieren fundar su nacionalidad los Estados que representan, y de acuerdo con lo dispuesto en la parte motiva del Tratado de Cartagena de 10 de septiembre de 1860, han convenido en el siguiente: PACTO DE UNIÓN. Artículos Artículo 1.- Los Estados soberanos e independientes de Bolívar, Boyacá, Cauca, Cundinamarca, Magdalena, Santander y Tolima se unen, ligan y confederan para siempre, y forman una Nación libre, soberana e independiente, que se denominará «Estados Unidos de Colombia». Artículo 2.- Los dichos Estados se obligan de la manera más solemne y formal a socorrerse y defenderse mutuamente contra toda violencia que dañe la soberanía de la unión, o la de los Estados, o las libertades y derechos que por este Pacto corresponden a los ciudadanos de la Unión Colombiana. Artículo 3.- Los mismos Estados reconocen como miembros y ciudadanos de los Estados Unidos de Colombia a los ciudadanos y miembros de todos y cada uno de los Estados que componen o compongan en adelante la Unión, y los del Distrito federal, de que trata el Artículo 42, conforme a sus propias instituciones y leyes; pero con excepción de los extranjeros, siempre que no hayan obtenido carta de naturaleza. Artículo 4.- Se consideran como bases invariables de unión entre los Estados: 1. El reconocimiento, por parte del Gobierno general de la Unión y de los Gobiernos de todos y cada uno de los Estados, de la soberanía, independencia y libertad de los mismos Estados, en todos los asuntos cuyas funciones no deleguen éstos expresa, especial y claramente al Gobierno de la Unión; 2. Que el Gobierno general de la Unión y los Gobiernos de todos los Estados sean republicanos, populares, electivos, representativos, alternativos y responsables; 3. Que los Diputados por los Estados al Congreso de la Unión sean irresponsables y gocen de amplia inmunidad en sus personas y propiedades, desde que principien o deban principiar las sesiones, durante el tiempo de éstas, y mientras van a ellas y vuelven a sus casas; 4. El reconocimiento, en los mismos términos del inciso 1.º, de los derechos y garantías individuales a todos los habitantes y transeúntes por el territorio de la Unión, a saber: a) La profesión libre, pública o privada, de cualquiera religión, siempre que su ejercicio no sea o pueda ser contrario a la moral, a la seguridad o a la tranquilidad pública; b) La seguridad individual; c) La libertad individual; d) La propiedad; e) La libertad de expresar sus pensamientos por medio de la imprenta sin responsabilidad alguna; f) La libertad de viajar por todo el territorio de la Unión, o de salir de él sin necesidad de pasaporte o permiso de la Autoridad; g) La libertad de industria y de trabajo; h) La libertad de dar o recibir la instrucción que tengan a bien, siempre que no sea en los Establecimientos costeados por los fondos públicos; i) La inmunidad del domicilio y la inviolabilidad de la correspondencia privada; j) La igualdad de los derechos y obligaciones; k) La libertad de asociarse sin armas; y, l) El derecho de obtener resolución en las peticiones que dirijan por escrito a las Corporaciones, Autoridades o funcionarios públicos sobre cualquier asunto de interés general o particular. Artículo 5.- La Constitución Política de la Unión Colombiana y la fundamental de cada Estado determinarán la extensión y señalarán los límites de las garantías de que trata el parágrafo 4 del Artículo anterior, en las materias de su respectiva competencia. Artículo 6.- Un Consejo, compuesto del Procurador general de la Unión, de los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y de los Secretarios de Estado del Gobierno general, declarará, en vista de las exposiciones y documentos que le presente el Poder Ejecutivo, si se ha turbado la paz en los Estados Unidos de Colombia, y podrá dicho Consejo en este caso suspender en los lugares que sean teatro de la guerra todas, alguna o algunas de las garantías expresadas en el parágrafo 4.º del Artículo 4. Esta suspensión durará, en todo o en parte, a juicio del mismo Consejo, hasta que la paz sea restablecida. Artículo 7.- No habrá esclavos en los Estados Unidos de Colombia. Artículo 8.- Los extranjeros gozarán en el territorio de los Estados Unidos de Colombia de todas las libertades y exenciones otorgadas a sus ciudadanos, sometiéndose asimismo a las leyes y Autoridades establecidas en el país, y a pagar las mismas contribuciones que se impongan a los colombianos, ya sea que graven la persona, la industria o la propiedad. Artículo 9.- Los extranjeros no podrán adquirir en adelante bienes inmuebles en el territorio colombiano, ni formar sociedades anónimas, sin autorización expresa de la Legislatura del Estado respectivo, y en el Distrito federal, de la Autoridad o Corporación que determine la ley que lo organice. Artículo 10.- No se permitirán en ninguno de los Estados de la Unión enganches o levas que tengan o puedan tener por objeto atacar la libertad o independencia de otra Nación o de otro Estado. Artículo 11.- Los Estados Unidos de Colombia reconocen como deuda propia las deudas interior y exterior reconocidas por los Gobiernos de la extinguida Confederación Granadina y Estados Unidos de Nueva Granada, en la proporción que corresponda a los Estados que se unen por el presente Pacto o que se unan en lo sucesivo, según la población y riqueza de los mismos Estados, y comprometen solemnemente su fe pública para la amortización de dichas deudas y pago de sus intereses. Artículo 12.- Igualmente reconocen los Estados Unidos de Colombia los créditos provenientes de empréstitos, suministros, sueldos, pensiones e indemnizaciones en el interior, por causa de la presente guerra, como también los gastos que fuere necesario hacer para terminarla, y los que el sostenimiento de este Pacto exija. La fe pública de los Estados queda también empeñada para la cancelación de dichos créditos. Artículo 13.- Los bienes, derechos y acciones, las rentas y contribuciones que pertenecieron por cualquier título al Gobierno de la extinguida Confederación Granadina, y últimamente al de los Estados Unidos de Nueva Granada, corresponden desde esta fecha en adelante al Gobierno de los Estados Unidos de Colombia. Artículo 14.- En caso de déficit en el Tesoro de la Unión para llenar los compromisos a que se refieren los Artículos 12 y 131, los Estados Unidos se comprometen a cubrir dicho déficit con las rentas y bienes particulares, en la proporción que fijen la Convención nacional y los futuros Congresos, así como también el déficit que resulte en el Presupuesto general de rentas y gastos. Artículo 15.- Los Estados Unidos de Colombia convienen en establecer un Gobierno general, a cuya autoridad se someten en los negocios que se le atribuyen por el presente Pacto. Dicho Gobierno general será organizado por la Convención nacional. Artículo 16.- El Gobierno general de los Estados Unidos de Colombia será, por la naturaleza de sus principios constitutivos, republicano federal, electivo, alternativo y responsable; dividiéndose para su ejercicio en Poder Legislativo, Poder Ejecutivo y Poder Judicial. Artículo 17.- El Poder Legislativo residirá en dos Cámaras, con el nombre de Cámara de Representantes la una, y Senado de Plenipotenciarios la otra. Artículo 18.- La Cámara de Representantes representará al pueblo colombiano, y la compondrán los Representantes que correspondan a cada Estado, en razón de uno por cada cincuenta mil almas, y uno más por un residuo que no baje de veinte mil. Artículo 19.- El Senado de Plenipotenciarios representará a los Estados como entidades políticas de la Unión, y se compondrá de los Senadores Plenipotenciarios que correspondan a los Estados, a razón de tres por cada uno. Artículo 20.- Corresponde a los Estados determinar la manera de hacer el nombramiento de sus Representantes y Senadores al Congreso de la Unión. Artículo 21.- La Cámara de Representantes y el Senado de Plenipotenciarios tomarán colectivamente el nombre de Congreso de los Estados Unidos de Colombia. Artículo 22.- El Poder Ejecutivo residirá en un Magistrado que se denominará Presidente de los Estados Unidos de Colombia, que será elegido por un número de Electores doble del de los Representantes y Senadores Plenipotenciarios que corresponden a cada Estado y al Distrito federal. Artículo 23.- Cada Estado tiene el deber de determinar la manera de nombrar los Electores de que trata el Artículo anterior, y el Distrito federal ejercerá este derecho según lo disponga la ley que lo organice. Artículo 24.- Corresponde al Congreso verificar el escrutinio de los votos para la elección de Presidente de los Estados Unidos de Colombia, en vista de las actas definitivas que le deben pasar los Estados y el Distrito federal. Artículo 25.- El Poder Judicial residirá en una corporación compuesta de tres Magistrados, con el nombre colectivo de Corte Suprema de Justicia. La elección de estos Magistrados se hará por el Senado de Plenipotenciarios, a propuesta en terna de las Asambleas Legislativas de los Estados, y no habrá en ella a un mismo tiempo más de un Magistrado que sea ciudadano, natural o vecino de un mismo Estado. Artículo 26.- Habrá un empleado que se denominará Procurador Nacional, el cual será el defensor oficial de este Pacto, de la Constitución, leyes generales e intereses de la Unión. El nombramiento de este funcionario corresponde a la Cámara de Representantes. Artículo 27.- La fuerza pública de la Unión se compondrá de los colombianos que voluntariamente quieran servir en ella. En caso de guerra y de insuficiencia del medio indicado, el Gobierno general pedirá un contingente a los Estados, en razón de su población; y los Estados tendrán el deber de suministrarlo, siendo de cargo del Gobierno general el equipo, vestuario, armamento, menaje y demás gastos requeridos por el servicio. Artículo 28.- La milicia nacional será organizada por los Estados; pero los cuerpos de ella que fueren llamados al servicio de la Unión se regirán en todo por las leyes de ésta. Artículo 29.- Corresponde al Congreso el nombramiento de los Oficiales generales al servicio de la Unión; el de las clases de Sargento mayor a Coronel, al Poder Ejecutivo general, con el consentimiento del Senado de Plenipotenciarios; y el de las clases de Alférez a Capitán, al Poder Ejecutivo general solamente. Artículo 30.- El Gobierno de los Estados Unidos de Colombia no podrá declarar ni hacer la guerra a los Estados, ni restablecer la paz turbada en alguno de ellos, sin expresa autorización del Congreso y sin haber agotado antes todos los medios de conciliación que la paz nacional y la conveniencia pública exijan. Artículo 31.- El Poder Ejecutivo de la Unión suspenderá la ejecución de las leyes generales que sean reclamadas como contrarias a este Pacto o a la Constitución general, por la mayoría absoluta de los Estados representados por sus Legislaturas respectivas. Artículo 32.- Con excepción de los empleados de Hacienda, el Gobierno de la Unión no tendrá en los Estados otros empleados residentes con jurisdicción o autoridad de permanente ejercicio, que los empleados de los mismos Estados. Artículo 33.- Es prohibido al Gobierno de la Unión y al de los Estados enajenar a potencias extranjeras porción alguna del territorio nacional, e impedir en tiempo de paz el comercio de armas y municiones. Artículo 34.- Los Estados delegan al Gobierno general que se organice por la Convención, en los términos y según las bases del presente Pacto, todo el poder contenido en las atribuciones siguientes: 1. Las Relaciones Exteriores con las demás Naciones; la defensa exterior y el derecho de declarar y dirigir la guerra, y hacer la paz; 2. El derecho de organizar, dirigir y sostener la fuerza pública al servicio del Gobierno general de la Unión; 3. El derecho de establecer, organizar y administrar el Crédito público y las rentas nacionales; 4. El derecho de fijar el pie de fuerza en paz y en guerra, y el de acordar y determinar los gastos públicos a cargo del Tesoro de la Unión; 5. El derecho de gobernar y administrar el comercio exterior y costanero, las fortalezas, puertos marítimos, fluviales y secos en las fronteras, arsenales, diques y demás establecimientos públicos y bienes pertenecientes a la Unión Colombiana; 6. El derecho de arreglar las vías interoceánicas que existen o que se abran en el territorio de la Unión, y la navegación de los ríos que bañan el territorio de más de un Estado, o que pasan al de una Nación limítrofe; 7. El derecho de levantar el censo general, la estadística, y la carta o cartas geográficas o topográficas de los pueblos y territorios de los Estados Unidos de Colombia; de fijar la demarcación territorial de primer orden con las Naciones limítrofes; el de establecer y determinar el pabellón y escudo de armas de la Unión, y el de otorgar carta de naturalización a los extranjeros; 8. El derecho de decidir las cuestiones y diferencias que ocurran entre los Estados, con audiencia de los interesados; el de fijar y determinar la ley, tipo, peso, forma y denominación de la moneda; y el arreglo de los pesos, pesas y medidas oficiales; 9. El derecho de expedir leyes, decretos y resoluciones civiles y penales respecto de los negocios o materias que conforme al presente Pacto son de competencia del Gobierno general de la Unión; y, 10. Los demás derechos y facultades conferidos expresamente en este Pacto. Artículo 35.- El Gobierno general tiene además el derecho de fomentar la industria y la instrucción pública, sin estorbar o impedir el que tienen los Estados y los particulares para fomentar los mismos negocios. Artículo 36.- El Congreso de la Unión puede decretar por medio de una ley la creación de nuevos Estados, desmembrando la población y territorio de los existentes, siempre que así lo soliciten la Legislatura o Legislaturas del Estado o Estados cuya población y territorio deban formar el nuevo Estado; y que el Estado o Estados que deban crearse queden con una población que no baje de ciento cincuenta mil habitantes en territorio continuo. Artículo 37.- Se consideran como parte integrante de los Estados Unidos de Colombia los Estados de Panamá y Antioquia, siempre que acepten el presente Pacto por medio de sus Gobiernos o de Plenipotenciarios nombrados por ellos al efecto; o por convenioso estipulaciones especiales que ajusten y firmen con el Gobierno de la Unión, para lo cual se acreditarán por éste Ministros Plenipotenciarios que les ofrezcan la paz y la Unión Colombiana. Artículo 38.- Los pueblos independientes que quieran hacer parte de la Unión Colombiana deberán aceptar las estipulaciones del presente Pacto adhiriéndose a él, tener una población que no baje de ciento cincuenta mil habitantes en territorio continuo, y someterse a las instituciones y Autoridades del Gobierno de la Unión. Artículo 39.- Corresponde al Gobierno general de la Unión la incorporación de los nuevos Estados por medio del pactos, Convenios o Tratados públicos, en los cuales se consignarán por separado las bases para el arreglo de la Deuda pública a cargo de la Unión, y de la que debe quedar a cargo particular del Estado o Estados que se incorporen. Artículo 40.- Si los pueblos que solicitaren su incorporación a los Estados Unidos de Colombia, fueren de los que constituyeron la antigua República de este nombre, servirá de base para el arreglo de la deuda la población conforme al censo de 1826, en los términos de los Tratados vigentes entre las Repúblicas de Nueva Granada, Venezuela y Ecuador. Artículo 41.- Los Estados Unidos de Colombia reconocen como Estado Soberano e independiente y como parte integrante de la Unión Colombiana, al nuevo Estado del Tolima, formado de los pueblos de las antiguas Provincias de Mariquita y Neiva, en los términos en que ha sido creado y organizado por los decretos del Poder Ejecutivo provisorio de los extinguidos Estados Unidos de la Nueva Granada. Artículo 42.- El Gobierno de la Unión residirá en un territorio que se denominará: «Distrito federal», y el cual será designado por el Congreso. Dicho Distrito se organizará y regirá de la manera que lo determine la Convención Nacional, y no hará parte cae ningún Estado. Artículo 43.- El Distrito federal hará parte integrante de la Unión Colombiana, y tendrá derecho a enviar a la Cámara de Representantes el número de miembros de esta Corporación que le corresponda en razón de sus habitantes, y en términos del Artículo 18. Artículo 44.- En los términos del presente Pacto queda abrogado el que se celebró en la ciudad de Cartagena el 10 de septiembre del año de 1860 entre los Estados de Bolívar y el Cauca, y al cual se unieron posteriormente los demás Estados. Artículo 45.- El presente Pacto no se podrá derogar, reformar, interpretar, aclarar ni alterar en manera alguna, sino por un Congreso de Plenipotenciarios en que estén representados todos los Estados, y que sea convocado al efecto por el Congreso de la Unión, a petición de la mayoría de los Estados. Estas derogatorias, reformas, interpretaciones, aclaratorias o alteraciones sólo podrán versar sobre los puntos que especialmente determine el Congreso de la Unión en el decreto de convocatoria. Artículo 46.- Y por cuanto los infrascritos Plenipotenciarios están revestidos de los plenos poderes suficientes para aceptar el presente Pacto, declaran: que aceptan a nombre de sus respectivos Estados y Gobiernos todas y cada una de las estipulaciones convenidas; quedando por el mismo hecho, perfeccionado, ratificado y válido para siempre el presente Pacto de Unión, liga y confederación perpetuas entre los expresados Estados; el cual Pacto surtirá, en consecuencia, todos sus efectos, desde el día en que se pase auténtico al Gobierno provisorio de la Unión. En fe de lo cual, los infrascritos Plenipotenciarios, poniendo a Dios por testigo de la rectitud de sus intenciones al formular las cláusulas de este Pacto, lo firman y lo sellan con el sello de sus respectivos Estados, en Bogotá, capital de la Unión, a los veinte días del mes de septiembre de mil ochocientos sesenta y uno. El Plenipotenciario por el Estado Soberano de Bolívar, A. González Carazo.- El Plenipotenciario por el Estado Soberano de Boyacá, Santos Acosta.- El Plenipotenciario por el Estado Soberano del Cauca, Manuel del Quijano.- El Plenipotenciario por el Estado Soberano de Cundinamarca, Francisco J. Zaldúa.- El Plenipotenciario por el Estado Soberano del Magdalena, Manuel Abello.- El Plenipotenciario por el Estado Soberano de Santander, Januario Salgar.- El Plenipotenciario por el Estado Soberano del Tolima, Antonio Mendoza.

domingo, agosto 12, 2007

Las influencias quedan marcadas en la vida (Laverde)

LAS INFLUENCIAS QUEDAN MARCADAS EN LA VIDA Y GUARDADAS EN

LA MEMORIA

Por Juliana Laverde Valencia

Las influencias históricas moldean todas las decisiones de vida

En el propio descubrimiento del yo como tal, de la conciencia adquirida por los pensamientos, sentimientos e impulsos propios; se adhiere a esto que es natural dado, aquellas cosas externas que modifican los pensamientos, sentimientos e impulsos; elementos externos que juegan un papel diario en la vida; un papel que es cambiante, puesto que se encuentra frente a un abanico de posibilidades que lo hacen tomar decisiones libres y responsables para ser lo que se quiere ser. Es así como !o natural dado junto a !o externo adquirido se va convirtiendo en historia. Historia en la cual todos somos participes, sujetos activos y pasivos, limitantes en ciertas esferas y libres en otras, más bien mínimas situaciones naturales.

Todos somos historia, pero acá nos centraremos en Florentino Gonzáles; hombre digno de recordar, y aunque para muchos no sea de recordar, va a ser luego de este escrito un aprendizaje nuevo, para aquellos que no han oído de lo que fue su andar. De todo aquello que su memoria guardo, para publicarlo con honor.

La vida no es mas que un conjunto de fenómenos que se le presentan a cada ser, para que de ellos aprenda a conservarla o a desecharla. Vemos como en este espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento hasta la muerte, "El hombre que ha vivido mucho tiempo bajo la impresión del terror, si de repente ve desaparecer las causas que la producían, queda agobiado de una especie de estupor, que le impide tomar de pronto una resolución".

Fue desde 1810 aquel sonido del tambor militar en la declaración de la monarquía española, lo que recordó Florentino Gonzáles desde sus cinco años, siendo esto de importante trascendencia en su vida, porque fue desde ese entonces que se empieza a forjar su historia; una historia donde las comodidades económicas en un principio eran mas que suficientes; pero no clamaban el dolor, el sufrimiento, las enfermedades y desdichas, ya que todo giraba alrededor del gobierno español.

Las guerras que se generaban en aquellos tiempos, daban lugar a un gran número de emigraciones, unos venían desde Venezuela y otros desde los valles de Cúcuta; espantados por la maldad y la crueldad de los inicuos españoles; los cuales muchos de ellos conformaban: el Ejército independiente. Generales como Custodio García se oponían ante el rival ejército español, sin saber que les iba a costar la vida, con una lanza en el corazón.

Florentino comienza a ser sin duda una victima momentánea, por que sabia que de todo esto estaba aprendiendo. "En medio de las desgracias nos han servido para hallar aquel consuelo de que nadie puede privar al hombre que tiene algunas luces".

Huían de todos los sitios a los cuales llegaban, pero gracias a Dios siempre estaban protegidos. En el paso de Sogamoso al Casanare los generales Rafael Urdaneta y Manuel Serviez los resguardaron.

Dependían en un ciento por ciento de lo que resolviera el gobierno supremo de las provincias unidas de la nueva granada; frente a como se debía actuar contra las fuerzas independientes españolas.

Al llegar a la capital de Bogotá comenzó sus estudios en el colegio San Bartolomé La Merced, donde tuvo la oportunidad de compartir con hijos de españoles; uno de ellos era su mejor amigo el cual le ayudó mucho y le contó acerca de lo que su papa y los españoles querían hacer, los lugares en lo que estarían, y de que manera los podían afectar. Todo esto por la seguridad de su amigo.

Cundo culmino sus estudios primarios y secundarios, al ver la situación de su país, por todo lo que había pasado y por todo lo que pasaría, empezó a interesarse por los negocios públicos; estuvo presente cuando por primera vez El congreso constitucional se reunía en Bogotá.

Comenzó a estudiar derecho, y su trabajo era para subsistir y para ayudar a su mama y a sus hermanos, ganaba 8 pesos mensuales a sus 18 años. Era una vida de privaciones; pero sabía que el porvenir estaba por delante y las bases ya se estaban definiendo cada vez más, todo lo que alcanzaba era el fruto. Comprendió que uno esta solo en el mundo y que debía preocuparse por sigo mismo ya que solo contaba con el mismo.

No solo fueron los españoles lo que influyeron en su vida, también fueron: Voltaire, Rousseau, Para, los cuales tardo años para entender sus lecturas, Bolívar con la destrucción del gobierno constitucional de Colombia, los partidos políticos, Rafael Urdaneta, General Santander, el coronel Venegas y el Dr. Ponce los cuales querían fusilarlo, Los que acompañaron al General Bolívar en la empresa funesta de esclavizar a su patria. Pero sobre todo se vuelve a nombrar al coronel Venegas al cual le dijo lo siguiente "Espero, doctor Venegas, que quedará usted Satisfecho de las razones que he tenido para hablar, en mis memorias, de los acontecimientos que refiero, en los términos en que lo he hecho. Usted es una de las personas de quienes yo esperaba justicia. Si ni de usted la obtuviere, agregaré este a los demás desengaños que forman la historia de mi vida”. No se puede dejar por un lado la gran influencia del cristianismo, la gran ayuda para que su alma, mente, corazón y espíritu responsaran en calma y gozara de paz interior; el señor Marcelo Tenorio del cual nunca quiso hablar en su contra y omitió aquellos malos momentos que le hizo pasar; y otras personas mas que significaron en todo su andar.

Uno siempre esta atado a algo o a alguien, si se quiere o no conservar la vida; y si quiere extraer de esto aprendizaje para poder armarse de valor en el futuro y ser una persona de un carácter propio y definido.

Las personas son sin duda una ficha del rompecabezas de la vida de uno, son la clave para abrir muchas puertas y para cerrar otras, son el arma más aguda que te hacen poner un escudo de oro, y son seres que proyectan personajes en escenarios diferentes.

Los lugares son sin duda ese escenario donde se colocan las fichas del rompecabezas, son el espacio que esta determinado luego de abrir esa puerta y de cerrar las otras, es el lugar en singular, el tiempo conveniente para decidir hacer o no algo; es ese momento, espacio de tiempo corto o indeterminado, producido por una fuerza; la cual te incita a recorrer nuevos caminos, para enlazar los que dejas con los que vives y con los que quieres recorrer. Son las influencias aquellas que producen cierto efecto sobre otras, y son aquellas las que moldean todas las decisiones de vida.

sábado, agosto 11, 2007

Economía y cultura en la historia de Colombia - Alvarez

“ECONOMÍA Y CULTURA EN LA HISTORIA DE COLOMBIA”

Por Paula Alvarez Rojas

Este libro trata sobre las secuelas que dejo la colonización española a Colombia tanto en la economía como en la cultura, pues, se muestra como a partir de la colonización nuestra situación se ve afectada e intenta dar un nuevo punto de vista sobre los hechos ocurridos en la historia colombiana basándose en otros autores.

El autor comienza por los argumentos que hay sobre la conquista, por un lado, "los que afirman que España nos trajo la religión cristiana, una religión de paz y amor", y por el otro, los que "declaran que la obra de España en América fue nefasta y desgraciada, que impidió tozudamente el desarrollo de las economías nacionales de las colonias". Estas posiciones para el autor son erróneas pues se enfocan en el aspecto moral y para el análisis de las secuelas no se mira por el aspecto moral sino por el aspecto sociológico.

Si se mira la conquista desde un aspecto sociológico, debemos comenzar por contemplar tanto la conquista como la colonización de América pues de ahí se entenderá por que el manejo de España fue desfavorable para el crecimiento de nuestro país. La colonización que se vio en América del Norte fue por un lado, "el resultado de una emigración individual y espontánea", "los puritanos que fundaron esas colonias no fueron los instrumentos de un gobierno codicioso, destructor y armado contras las horda americanas. Ellos llevaban consigo el sentimiento de libertad y personalidad,...y al emprender la colonización no iban al nuevo mundo en solicitud de oro y como aventureros militares, sino en busca de una patria, resueltos a fundar una sociedad fija y permanente, y animados por las virtudes de la vida civil".

Y, Por el otro, el haber sido colonizada por Inglaterra (la cual incentivo la economía capitalista) aporto para que se implantara en Norte América una economía enfocada al trabajo organizado para así satisfacer las necesidades individuales, y por ende, crear una armonía en la construcción de la economía, pues lo que buscaban era una libertad y evitar que en ese nuevo mundo se cometieran las mismas falencias, las cuales, fueron las que los impulsaron a ir a ese nuevo mundo.

Ahora, si se enfoca en la conquista debemos partir que es lo opuesto a la colonización ya que "la conquista de la América castellana fue una obra colectiva,... siendo, obra de los gobiernos coloniales" por un lado, y, por el otro, la economía que manejaban era feudal, lo cual limitaba el comercio y la industria e igualmente los objetivos de esa conquista no era por un tiempo permanente lo cual llevo a que los conquistadores solo buscaran el bienestar para sí mismos.

Acá se ve el aspecto cultural, el cual nos refleja como el manejo de la sociedad da pie para que se corrompa todo lo relacionado con él, es decir, desde el principio de nuestra historia vemos como la conducción de la conquista trajo pérdidas en el aspecto político y económico.

Para el tiempo de la colonia (en el Virreinato de la Nueva Granada) se puede ver que el país comprende dos economías y dos sociedades por el manejo de la tierra, se ve que el Oriente es la región urbana y por ende un mayor desarrollo económico pues la economía tenía una libertad en sentido que no había un control directo por parte de la colonia ya que no se manejaba la enmienda ni la esclavitud dando así una pequeña administración de la propiedad, esta economía era manufacturera y agrícola y por ello comerciante era liberación del Oriente fue por la lucha de los indios contra el conquistador. Esta región anticolonial se caracterizó por la formación de una tendencia política en la lucha de la emancipación nacional.

Mientras que en la zona de Cundinamarca y Boyacá, Tolima y Huila la economía era lo contrario a la de Oriente pues dependía del manejo de la colonia que estaba conformada por las encomiendas, latifundios, mercedes del monarca entre otros.

Por el efecto colonial y anticolonial se puede ver como la sociedad se divide pues los que estaban a favor de la colonia son más pasivos mientras que los anticoloniales no son tan silenciosos.

El manejo de la economía colonial perjudico el desarrollo de las mismas colonias pues España velaba por la riqueza que podía extraer y no ver que a futuro esa riqueza podría durar más, es decir, con el afán de extraer riqueza tomaron medias que afectaron su objetivo pues impusieron un régimen prohibitivo de mercancías extranjeras generando una caída de la economía pero para evitar eso falsificaron las monedas creyendo que así podrían reactivar la economía pero lo que logró fue una carencia de agricultura y de población y a su vez, el comercio lo estaban perdiendo pues estaba en poder de los extranjeros.

Como se dijo anteriormente la conquista dividió a la sociedad por el aspecto económico trayendo un desarrollo en el interior del país pues el clima favorecía sus riquezas y es donde se empieza a ver los cambios de la economía del país pues se le dio más importancia y a éstos se les facilito su riqueza pues la población que encontraron se rindió sin protestar a la esclavitud, pues la población que encontraron en estas tierras no tenían la avaricia y desconocían la violencia.

La economía colombiana a través de la historia ha tenido varias fases, empezando por una economía colonial lo cual perjudicaba al desarrollo de la misma pues se le limitaba su expansión por la "protección" a los intereses de los conquistadores; seguida por una visión de circulación: al ver que la economía no estaba creciendo sino se estaba afectando, optaron, por un lado, expandir el flujo de la economía (vías de comunicación: aprovechar el río Magdalena y el ferrocarril), y, por el otro, no depender de un solo producto (el tabaco) ya que las tierras daban para más; igualmente al ver la escases o la dependencia de un solo producto, y ver que los resultados no eran los esperados se formuló cambiar el vínculo de la industria extractiva a la agricultura, por que se dieron cuenta de la riqueza que los cobijaban eran productivas para el mejoramiento de la economía y así lo expresa Don Juan de Dios:"La Nueva Granada... debe ser agricultora, antes que manufacturera y comercial. La fertilidad de nuestras tierras, la abundancia de sus producciones que con toda lozanía crecen y medran bajo los trópicos, y esos anchos y dilatados canales que excavó la naturaleza y riegan grandes porciones de territorio, convidan por todas partes a la producción agrícola";

Con estas fases se empiezan a modificar las reglas implantadas por los conquistadores (en cuanto a la limitación del comercio y manejo de los cultivos)pues vieron la necesidad de tomar otros caminos para mejorar y poder desarrollarse económicamente y fue "el secretario de Hacienda del General Tomas Cipriano de Mosquera prohijó en una forma muy nítida, la noción de división internacional del trabajo que está implícita en el librecambio y que conduce a creer que hay naciones esencialmente agrícolas y otras esencialmente industriales, y que así puedan establecer entre sí, un comercio exterior bajo condiciones naturales".

Para la época de la Federación se ve que el manejo de la economía es óptimo pues los Estados "eran más ricos y populosos, que conocían un mayor desarrollo de la agricultura".

Y es así como vemos que "la economía nacional anterior a la revolución anticolonial de 1850 es una economía pre capitalista. En la aldea, la gran propiedad territorial y una economía para el consumo inmediato, cerrada. En la ciudad una economía artesanal, un limitadísimo desarrollo del comercio y una total ausencia de la técnica. Por tanto las crisis anteriores a 1850 se caracterizan por un desarrollo irregular, inarmónico, desordenado". Pero luego de esta fecha vernos que la economía tiene su crecimiento pues esa revolución anticolonial trajo un mejor desarrollo económico, ya que "se estabiliza la navegación a vapor por el río Magdalena Los cambios internos son más intensos... se eleva el precio de las mercancías. Se aumentan los salarios. Se amplía la producción agrícola".

Para concluir podemos decir que, nuestros países latinoamericanos fueron el recolector de los actos negativos de los países conquistadores, pues éstos solo buscaban riqueza dejando una "violencia histórica plasmando una masa inerte que rechazaba naturalmente, la forma que se la quería imprimir". Y a pesar que modificaron el desarrollo que había en estas tierras, nuestros países recolectaron las situaciones que en Europa se vivían -feudalismo, encomienda, revoluciones, esclavitud, etc.-. Y todo esto por el capricho de los españoles por el oro y la competencia de ser mejor.

Como también es importante ver la raíz del problema de nuestro países pues es de hay de donde parte la dificultad para manejar las economías, como se vio la manera de conquistar fue atroz pues las medidas implantadas no fueron las correctas para el desarrollo de una economía fuerte como se ve en el caso de Norte América.

Y en último, vemos que a pesar que se soporto el abuso y maltrato de los conquistadores no fuimos capaces de salir de ese círculo vicioso en el que ellos nos introdujeron pues como vemos la misma sociedad adopto su régimen como cultura.

martes, julio 31, 2007

Programa. Tercer semestre.

Programa de Historia Política y Constitucional de Colombia. Tercer Semestre.
Profesor: Luis Javier Moreno Ortiz.
SUMARIO: 1. Justificación. La importancia de las fuentes directas. El veredicto histórico. Los hacedores de la historia. El conocimiento histórico. 2. Objetivos. Objetivo principal. Objetivos específicos. 3. Contenido. §1. Introducción general a la historia política y constitucional de Colombia. § 2. La emancipación de la República de Colombia: antecedentes, dificultades, consecuencias. § 3. La patria boba: una nación en busca de sí misma. § 4. La guerra de independencia: de la reconquista española al triunfo de las armas americanas. § 5. Las armas y las leyes: paradigmas de una nación forjada por el impulso de los soldados y de los juristas. § 6. Bolívar libertador de naciones. § 7. Érase una vez una gran nación. § 8. La Nueva Granada: República independiente. § 9. En medio de la inestabilidad. 4. Bibliografía. 1. Justificación. La importancia de las fuentes directas. La disciplina histórica, más aún en el campo político y constitucional, está sometida al grave riesgo de convertirse en una ciencia aplicada a comentar comentarios. La investigación histórica es ineludible para lograr comprender debidamente los acontecimientos, pues, a diferencia de aquellas disciplinas en las cuales lo cognoscible aparece dado, la sujeta materia de la historia, lo cognoscible, es algo que debe ser procurado, precisado y esclarecido. En el juicio histórico la mayoría de los testigos (los historiadores) son parciales; su condición de contemporáneos a los acontecimientos historiados (y los inherentes intereses o afecciones que ello implica) predispone de alguna manera su dicho. De otra parte, aquellos historiadores que no participaron en los eventos que narran y que obtienen su conocimiento de fuentes indirectas suelen reproducir, muchas veces inconscientemente, los prejuicios de quienes les sirven de fuente, cuando no se dejan afectar por sus propias creencias sobre lo que narran. El veredicto histórico. No pocas personas han sostenido que la historia la escriben quienes han resultado triunfadores en los acontecimientos que se narran, y que otra sería la versión de quienes fueron derrotados. Esa inquietud encuentra respaldo al considerar que el historiador, en tanto hombre, está comprometido con los valores, y la historia, en tanto objeto cultural, es valiosa. El historiador no se limita a narrar lo acaecido con frialdad, sino que a su narración acompaña un juzgamiento, que no siempre es veredicto. El historiador en algunas ocasiones puede tornarse cómplice, detractor, apologista, etc., pero en ningún caso asume la fría posición de la indiferencia. Los hacedores de la historia. La historia la hacen los hombres con su conducta. Los grandes personajes de la historia, aquellos hombres que han sido protagonistas del acontecer histórico, merecen, antes que su exaltación o encumbramiento, el estudio detenido de su trayectoria vital, dentro del más complejo y arduo proceso de comprensión de los acontecimientos pasados. Tal género de conocimiento –como se ha visto- no puede lograrse satisfactoriamente con el estudio de los contradictores o los apologistas del personaje, pues unos y otros están, de antemano, asumiendo posiciones enteramente comprometidas, en las cuales es notoria la carga sentimental (afectos, odios, etc.) que se experimenta por el personaje. La honestidad intelectual reclama que, en la medida de lo posible, se obvie la revisión de los historiadores-comentaristas en contienda, o al menos se posponga, priorizando el estudio documental directo del personaje, sin intermediarios, para lograr así una comprensión personal sobre el asunto. El conocimiento histórico. Dentro de tal propósito, es muy conveniente que los estudiantes se familiaricen con las fuentes originales, que las ubiquen en el archivo bibliográfico disponible en las bibliotecas, que las manejen adecuadamente en sus investigaciones y en sus estudios, y, fundamentalmente, que a partir de esas fuentes realicen juicios razonables y verosímiles sobre su valor histórico. En las historia, más que en otras disciplinas del espíritu, es indispensable que cada uno aprenda a juzgar los acontecimientos por sí mismo. 2. Objetivos. Objetivo principal. Esta asignatura tiene como objetivo principal el lograr un conocimiento directo de las diversas constituciones políticas que han sido promulgadas en el territorio de la actual Colombia a partir de su surgimiento como Republica, mediante la realización de un trabajo investigativo de las fuentes originales, el cotejo crítico de éstas, dentro del contexto social, económico, cultural y político propio de cada época. Objetivos específicos. A partir del conocimiento de lo acaecido, el estudiante deberá estar en condiciones (objetivos específicos) de: (a) juzgar críticamente (y por sí mismo) la historia, formando un criterio propio para adentrarse con destreza en la investigación histórica; (b) expresar adecuadamente, mediante el género del ensayo, esos juicios históricos; y (c) relacionar con pertinencia los fenómenos actuales con sus antecedentes en el pasado, comprendiendo a las instituciones a partir de su continuidad dentro de la tradición jurídica y política colombianas. 4. Contenido. § 1. Introducción general a la historia política y constitucional de Colombia. 1. Política y derecho. 2. Un punto de confluencia para la política y el derecho: la constitución.
3. La Constitución política es también una norma jurídica. 4. Un punto de partida para la historia política y constitucional de Colombia: el surgimiento de la República. 5. La República de Colombia: de la emancipación hacia la construcción de la Nación, un tránsito mediado por la guerra de independencia. § 2. La emancipación de la República de Colombia: antecedentes, dificultades y consecuencias. 1. El sentido histórico de la noción de emancipación. 2. Las declaraciones de independencia. 3. ¿Colombia era una nación madura al momento de emanciparse? 4. La revolución de los comuneros y otros antecedentes de la emancipación. 5. El imperio español. 6. El rey: eje fundamental del imperio. 7. Las juntas de regencia, las juntas supremas y la dispersión política de las juntas. 8. Fundamentos hispánicos del discurso emancipatorio. 9. La revolución francesa y su influjo en la América española. 10. La revolución norteamericana y sus efectos en Sur América. 11. Otros factores que confluyen en la emancipación. 12. De las declaraciones de independencia a la guerra contra la metrópoli. § 3. La patria boba: una nación en busca de sí misma. 1. Santa Fe: epicentro del centralismo. 2. La teoría centralista y Don Antonio Nariño. 3. Las provincias independientes de la metrópoli y de Santa Fe. 4. Las constituciones provinciales: Cundinamarca, Cartagena, Tunja, Antioquia, Popayán, Neiva, Pamplona, Mariquita. 5. Las provincias y sus relaciones mutuas. 6. Las Provincias Unidas de la Nueva Granada. 7. El Pacto de la Unión. 8. El federalismo: un principio fundamental de las Provincias Unidas. 9. La teoría federalista y Don Camilo Torres. § 4. La guerra de independencia: de la reconquista española al triunfo de las armas americanas. 1. Miranda: precursor de la independencia de la América Española. 2. Simón Bolívar: lugarteniente de Miranda. 3. Don Pablo Morillo: el pacificador. 4. El ejército español desembarca en la América Española. 5. Cartagena bajo el sitio de la fuerza española: un ejemplo de heroísmo. 6. La marcha triunfal de Morillo y su llegada a Santa Fe. 7. El régimen del terror. 8. ¿La institucionalidad hispánica: Juan Sámano?. 9. La guerra a muerte. 10. Haití y la gesta de la libertad. 11. Santo Tomás de Angostura: el epicentro de la República. 12. La campaña libertadora. 13. El pantano de Vargas y el puente de Boyacá: el principio del fin. § 5. Las armas y las leyes: paradigmas de una nación forjada por el impulso de los soldados y de los juristas. 1. El nacimiento de Colombia como República. 2. De Angostura a Cúcuta: itinerario de la gesta constitucional. 3. La Constitución de Cúcuta (1821): piedra angular de la Gran Colombia. 4. La campaña en el sur. 5. El General Sucre: héroe de Pichincha. § 6. Bolívar, libertador de naciones. 1. Bolívar y San Martín se encuentran en Guayaquil. 2. La independencia del Perú y del Alto Perú (Bolivia). 3. El sueño de una gran nación: el Congreso Panamericano. 4. Un General dedicado a hacer constituciones. 5. La Constitución de Bolivia. 6. La efímera Carta Política de Cúcuta. 7. La Convención de Ocaña. 8. De libertador a dictador: un tránsito paradójico. § 7. Érase una vez una gran nación. 1. La Gran Colombia: un proyecto que no pudo ser realidad. 2. En medio de la ambición, la mezquindad y la ignorancia naufraga una República. 3. La Constitución puesta entre paréntesis. 4. La conspiración septembrina. 5. El Congreso admirable y la Constitución de 1830: último esfuerzo de un moribundo. 6. La dictadura del General Urdaneta. 7. El libertador fallece cuando la República llega a su ocaso. § 8. La Nueva Granada: República independiente. 1. Hacia una nación residual. 2. La Constitución Política de 1832. 3. La formación de los partidos políticos en la naciente República. 4. La revolución de los supremos. 5. El sino de las Constituciones: sucumbir ante la fuerza de las armas. 6. Una nueva Constitución (1843). 7. Una pausa de paz para construir la República. § 9. En medio de la inestabilidad. 1. El federalismo recobra su impulso. 2. Gólgotas, dacronianos, las sociedades democráticas y la sociedad de artesanos: ¿una nación extraviada? 3. La Constitución Política de 1853. 4. La ley: germen del federalismo. 5. La Constitución de papel. 6. El triunfo de la diversidad sobre la unidad: la Confederación Granadina (1858). 7. Un estado se impone a la Unión. El triunfo del General Mosquera. 9. Del triunfo de las armas al triunfo de las leyes. De la Confederación a la Federación: el fenómeno de Rionegro. 10. De la Nueva Granada a los Estados Unidos de Colombia: la trascendencia de una mutación. 11. Una Constitución para ángeles. Rionegro (1863) la Carta de las múltiples soberanías (y de los absolutos), 12. El olimpo radical. 13. De Manuel Murillo Toro a Rafael Núñez. 4. Bibliografía. Ancizar-Sordo, Jorge. Manuel Ancizar. Arboleda, Sergio. La República en la América española. Arteaga Hernández, Manuel y Arteaga Carvajal, Jaime. Historia política de Colombia. Bateman, Alfredo D. Francisco José de Caldas. El hombre y el sabio. Baudot, Georges. Vida cotidiana en la América Española en los tiempos de Felipe II. Bermúdez, Alberto. Nueva visión de la historia de Colombia. Primera parte: De la época precolombina al Estado de la Nueva Granada. Bernand, Carmen y Gruzinski, Serge. Historia del nuevo mundo. Del descubrimiento a la conquista. La experiencia europea, 1492-1550. Boussingault, Jean Baptiste y Desire Roulín, François. Viajes científicos a los andes ecuatoriales. Botero Saldarriaga, Roberto. Francisco Antonio Zea. Bushnell, David. Colombia una nación a pesar de sí misma. De los tiempos precolombinos a nuestros días. Caballero, José María. Diario de la independencia. De la Espriella de Escobar, Helena. Aquellos años turbulentos. De Vitoria, Francisco. Relecciones del Estado, de los indios, y del derecho de la guerra. Espinosa, José María. Memorias de un abanderado. Forero Benavides, Abelardo. Contextos. González, Fernando. Antioquía. Gracilazo de la Vega, el Inca. Comentarios reales. Hispano, Cornelio. Colombia en la guerra de independencia. Iriarte, Alfredo. Bestiario Tropical. Jaramillo Uribe, Jaime. El pensamiento colombiano en el siglo XIX. Liévano, Roberto. La conjuración septembrina y otros ensayos. López Michelsen, Alfonso. Los últimos días de López y otros escritos. Lozano Cleves, Alberto. Así se hizo la independencia. Lleras Restrepo, Carlos. De la República a la dictadura. Testimonio sobre la política colombiana. -Hacia la restauración democrática y el cambio social (1955-1963). Lucena Salmoral, Manuel. El memorial de Don Salvador Plata. Los comuneros y los movimientos antirreformistas. Madarriaga, Salvador de. Bolívar. Marroquín, José Manuel. Escritos históricos. Martínez Silva, Carlos. Capítulos de historia política de Colombia. Moreno y Escandón, Francisco Antonio. Indios y mestizos de la Nueva Granada. Nieto Caballero, Luis Carlos. Escritos escogidos. Páginas de historia. Ortiz, Sergio Elías. Agustín Agualongo y su tiempo. –Antonio Morales Galavis. Ortiz, Venancio. Historia de la revolución del 17 de abril de 1854. Otero D’Costa, Enrique. Fundación de Cartagena de Indias. Pirenne, Henri. Historia de Europa. Desde las invasiones hasta el siglo XVI. Pombo, Manuel Antonio y Guerra, José Joaquín. Constituciones de Colombia. Quintero Peña, Arcadio. Lecciones de historia de Colombia. Restrepo Canal, Carlos. Selección histórica y literaria. Restrepo, Carlos E. Orientación republicana. Restrepo Piedrahita, Carlos. Constituciones de la primera República liberal. Restrepo, Vicente. Los Chibchas antes de la conquista española. Samper, José María. Derecho público interno de Colombia. Sanín Restrepo, Ricardo. Historia de la teoría política moderna. Santa, Eduardo. La colonización antioqueña. Sañudo, José Rafael. Estudios sobre la vida de Bolívar. Sarriá, Eustorgio. Guarda de la Constitución. Serpa Erazo, Jorge. Rojas Pinilla. Una historia del siglo XX. Tisnes Jiménez, Roberto M. Don Juan del Corral. Libertador de esclavos. Tisnes Jiménez, Roberto M. María Martínez de Nisser y la revolución de los supremos. Tovar Pinzón, Hermes. Relaciones y visitas a los Andes. Siglo XVI. Toynbee, Arnold J. Estudio de la historia. Vargas Martínez, Gustavo. José María Melo. Los artesanos y el socialismo. Vasquez Cobo, Alfredo. La expedición militar al amazonas en el conflicto de Leticia. Vawell, Richard. Memorias de un oficial de la legión británica. Vergara y Vergara, José María. Historia de la literatura en la Nueva Granada. Villar Borda, Leopoldo. Alberto Lleras. El último republicano.

sábado, mayo 19, 2007

¿Frente al problema del capital y la propiedad de la tierra pueden logarse las ideas socialistas en Colombia? - Zuluaga

¿Frente al problema del capital y la propiedad de la tierra pueden lograrse las ideas socialistas en Colombia?

Por Alonso Zuluaga Sagre

Una reflexión en este sentido es válida plantearla revisando si pueden darse las condiciones de ideas socialistas en Colombia, habida cuenta de la solidez de la democracia que ha sido considerada entre las más sólidas de América Latina y la situación de violencia que ha vivido el país.

Jorge Eliécer ha sido uno de los defensores de estas ideas desde principios del siglo 20. Jorge Eliécer Gaitán (1903-1948), jurista y político colombiano, quien fuera alcalde de Bogotá y entre 1938 y 1946 ministro de Educación y de Trabajo, organizó un movimiento político popular de oposición contra la política caciquil en Colombia, llegando a presentarse en 1946 a las elecciones presidenciales en las que fue derrotado, continuando como líder indiscutible de la oposición.[1]; su tesis de grado como estudiante de Derecho de la Universidad Nacional fue la obra “Las ideas socialistas en Colombia”.

La idea central que plasma Jorge Eliécer Gaitan es que en Colombia los ideales socialistas son viables tanto en lo social como en lo económico pero en cuanto, a política se acoge al liberalismo, demostrando que estas si se pueden dar en nuestro país, evidenciando que las circunstancias si estaban dadas así existiera un incipiente capital, un bajo nivel industrial y unas condiciones muy precarias en cuanto a la propiedad de la tierra[2].

Jorge Eliécer Gaitan afirmo que en lo económico y social somos integralmente socialistas y andan equivocados todos los que pretenden establecer incompatibilidad entre el liberalismo y socialismo colombianos. Esta afirmación la da al estudiar desde el punto de vista de los sistemas, las leyes, los medios, el problema del capital, y el problema de la tierra. Lo positivo de esto es realizar una reflexión y ver que se puede triunfar en revoluciones sin acudir a la violencia como lo hizo el ala revolucionaria del partido liberal encabezada por el Caudillo.

En la obra analizada[3] se observa expresa por el autor que “La pretensión de implantar el socialismo entre nosotros nace de esa singular modalidad de los pueblos incipientes: el mimicismo…………..Pero los sistemas y las leyes han de ser algo más que una pueril imitación. Es auscultando nuestro organismo como podremos mejor determinar nuestras enfermedades y formular sus remedios.”, es decir que los sistemas y las leyes pueden adaptarse de un país a otro siempre y cuando se guarden ciertos aspectos que son inherentes a su esencia y a la naturaleza del país, principio que para la época del autor era valedero y muy dado al importar las ideas y principios de otros sistemas y ordenamientos jurídicos. Sin embargo, en un mundo como el que se vive actualmente la tendencia mundial es hacia la globalización y ya no es el hecho de copiar modelos de sistemas u ordenamientos jurídicos, para imponerlos en su medio a costa de muchos sacrificios, sino de acoplar las mismas a las dinámicas de un mundo en constante y permanente desarrollo, no pensando en sistemas socialistas, sino en sistema pluralistas dentro de un capitalismo que se desenvuelve en distintas formas de integración (Unión Europea- Comunidad Andina de Naciones, etc.) a través de diversas leyes políticas y económicas que dirigen su comportamiento social o de tratados que rigen las diferentes relaciones comerciales (TLC-MERCOSUR). Los sistemas políticos y leyes se están adaptando a unos medios y a unas condiciones que se mueven dinámicamente y en torno a un hecho inevitable: la globalización.

Es cierto que las condiciones políticas en que se movía Gaitan en ese momento no son las mismas en las que se orienta hoy el país. También es cierto, que imponer regimenes foráneos o sistemas diferentes no era ni es la solución, a mas de que Gaitan demostrara en su obra que el proletariado, el asalariado estaba en condiciones desiguales y que no había un bienestar igualitario, equitativo y que las diferencias de clases eran abismales.

Colombia no ha tenido que buscar como solución el socialismo, El estado colombiano ha venido introduciendo principios fundamentales, derechos, garantías y deberes constitucionales; estos cambios, estas innovaciones estas instituciones han venido dándose históricamente, han sido paulatinas y se han logrado a través de las diferentes reformas constitucionales hasta llegar a la reforma de 1991 con la expedición de la nueva constitución[4] que viene a regular unas nuevas relaciones determinando en su artículo 1º. Que “Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran en la prevalencia del interés general , establecido en su articulo 2º. Los fines esenciales del estado, los de servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios y deberes consagrados en la constitución, así como también facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural.

Javier Sanin S.J.[5] manifiesta que para gerenciar el capitalismo, acrecentar el ambito de las libertades y los derechos humanos, hacer una política independiente de las superpotencias, buscar la participación, controlar las multinacionales, etc., están los partidos tradicionales los que sin llegar a un socialismo utópico, al marxismo o a la social democracia pueden implementar postulados con el apoyo popular. Hoy las condiciones políticas, económicas y sociales no son las mismas a la época de Gaitan, así como tampoco eran necesarias unas ideas socialistas para esa ni para esta época. Colombia ha visto nacer diferentes movimientos sociales ilegales, grupos al margen de la ley como las FARC y el ELN que se alzaron en armas como una voz de protesta y de defensa del pueblo con el animo de tomarse el poder para lograr el bienestar del pueblo, movimientos que a pesar de tener una existencia de varias décadas no han gozado del respaldo popular, impidiendo el desarrollo del país, convirtiéndose en terroristas y narcotraficantes y en enemigos de la sociedad en general, abandonando su ideología si es que la han tenido.

Alvaro Gomez Hurtado[6], en sus reflexiones en torno a su secuestro, manifiesta y en eso estamos de acuerdo, en que la apetencia de bienestar es el gran motor que hay que mantener encendido, queriendo la izquierda siempre convertirla en un mal instinto, al procurar utilizarla como un elemento revolucionario, preconizando que el crecimiento de la economía es malsano, porque concentra el ingreso y sostiene que con lo que ya se tiene basta satisfacer las apetencias, orientando el esfuerzo social, no hacia la producción de nuevos bienes, si no a la distribución de lo existente, siendo este su permanente caballo de batalla, continúa Gomez Hurtado resaltando, que el país se salio de ese esquema, porque las apetencias contemporáneas son crecientes y no dan tregua y que ahí radica el inmenso valor social y económico de lo que hemos descrito como economía informal; agrega que el vendedor ambulante, el que presta servicios de intermediación clandestina, el que vive día a día a base de su ingenio, están y pretenden estar en transito, mantienen la certeza de que llegaran, esa es su fuerza, forman parte del sistema capitalista, porque todos los días están invirtiendo, en la mercancía que venden, en los artefactos que utilizan, tienen una voluntad de incrustarse en el establecimiento, hay que confiar en su capacidad creadora y que si encontráramos la formula de estimularla, habríamos descubierto una nueva técnica de desarrollo y agrega aun mas, que la energía que brota de esa pobreza no es revolucionaria, sabe que no debe ser destructiva porque perdería sus propias posibilidades. la economía informal es también, una fuerza conservadora[7].

En este orden de cosas encontramos que la realidad Colombiana es una constante interminable de cambios fundamentales a nivel constitucional que no ha hecho ni hace necesario la implementación de sistemas socialistas, no es necesario traer ideas socialistas, si bien estamos en mundo globalizado los cambios se traducen como los contempla la constitución y se cumple en un Estado social de derecho, como republica pluralista, democrática y participativa otorgando y defendiendo efectivamente derechos, garantías y deberes constitucionales

Bibliografia

Jorge Eliécer Gaitán." Microsoft® Encarta® 2006 [DVD]. Microsoft Corporation, 2005.

Gaitan Jorge Eliécer, Las Ideas Socialistas en Colombia, Centro Gaitán. Bogotá : Edit Retina, 1988

Es posible el socialismo en Colombia?, Javier Sanin S.J., Revista Consigna Vol. 6, No. 218, nov. 1982,

mez Hurtado, Alvaro, Soy libre, publicación de ediciones gama s.a

“Evolución del Derecho Privado”, Leon Duguit

“El Capital”, Kart Marx.

“Teoría de la Tierra”, D. Ricardo.


[1] "Jorge Eliécer Gaitán." Microsoft® Encarta® 2006 [DVD]. Microsoft Corporation, 2005.

[2] Gaitan, Jorge Eliecer, Las Ideas Socialistas en Colombia, Centro Gaitan. Bogotá : Edit Retina, 1988

[3] Ibidem, p.18

[4] Constitución Política de Colombia

[5]Es posible el socialismo en Colombia?, Javier Sanin S.J., Revista Consigna Vol. 6, No. 218, nov. 1982, pag. 37,38,39

[6] mez Hurtado, Alvaro. Soy libre, publicación ediciones Gama S.A., pag 96 a 99

[7] Ibidem