miércoles, febrero 28, 2007

Bolívar (Liévano) Vargas

Bolívar
Por David Ricardo Vargas Ríos
Lo que se pretende realizar con el siguiente escrito es mostrar como se puede revelar, en contra de la parcialidad generalmente manejada respecto al tema, una nueva imagen de la historia de la liberación de América, por supuesto refiriéndonos específicamente a la importancia de Simón Bolívar como participe y forjador acérrimo de la causa, su vida, las razones de su causa, la formación de su carácter, y por ultimo mostrar a un Bolívar que la historia parece no haber querido percibir, dejándolo en un plano mas realista e imparcial. Para emprender la posición de opinión y crítica es importante resaltar la imagen de Bolívar en lo pueblos de Latinoamérica, tal vez en ocasiones impuesta y en otras por el contrario buscada, ya sea por la tradición o por la misma educación, dicha imagen puede pecar por gloriosa, y es la siguiente en términos generales:
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios, el más completo de los americanos, libertador por antonomasia, creador de Bolivia, fundador de la primera Colombia, héroe máximo de la independencia de seis repúblicas de hoy, no nació ni pobre ni revolucionario, sino en una cuna aristocrática (mantuana), dueño de una rica fortuna, entonces representada por minas, haciendas cacaoteras y cientos de esclavos, y en circunstancias tan distanciadas de la insurgencia de los pueblos, que bien pudo ser un representante del poder colonial español y un desalmado explotador del pueblo, pero su desinterés, inteligencia y rebeldía hicieron que, a la vuelta de pocos años y después de unas cuantas decisiones radicales, se pusiera a la cabeza del más profundo y vigoroso movimiento insurreccional llevado a cabo en el sur de América.
Siempre se le reconoce como el Libertador, el causante de la independencia y el establecimiento de la libertad en la maltratada sociedad americana de la colonia.
En la obra de Indalecio Liévano Aguirre por su parte, podemos vislumbrar la misma calidad de conceptualización. Pretende dejar una imagen muy clara del Libertador, tanto en los caracteres de su personalidad como en los verdaderos fomentos de la causa de su lucha.
A lo largo de la obra, en cuanto a su personalidad, se le plasma como ardiente e impetuoso lo cual conllevara en gran medida a encaminar las decisiones cruciales que determinarán el transcurso de la vida y obra de Bolívar. Siempre se le nombra como el gran Libertador, sin quien la causa nunca hubiera sido igual, aquel personaje lleno de cualidades dignas de héroe, alguien que fue dispuesto por la historia para su fin y que solo de sus motivaciones dependió llegar hasta donde lo hizo y por último quien fue capaz de sobreponerse a los mas altos desdenes que la vida misma le puso como obstáculo en su preciado anhelo de libertad.
Mucho de este carácter es debido a la propia formación de Simón. Es, como para todo ser humano, importante resaltar la importancia de su familia y de su entorno para el forjamiento de su personalidad. La pérdida de su padre a la tempranísima edad de dos años y la de su madre no mucho tiempo después a sus nueve años. Siempre se le resalto aunque como el menor, como el líder, el autosuficiente.
Más tarde, Simón que bajo la tutoría de Don Feliciano Palacios, su abuelo materno quien también murió al año siguiente. Después de la muerte del abuelo Simón quedó bajo el cuidado de su tío Carlos Palacios, quien se hace cargo de el y sus hermanos. La familia Bolívar sigue desmoronándose con el casamiento de sus hermanas y la salida de Juan Vicente al cargo de otro tutor.
Este cambio de ambiente influye sobre Simón, quien al poco tiempo huyó de la casa del tío y pretendió vivir en la casa de su hermana Maria Antonia. Esta dio origen a un pleito judicial entre su tutor y el matrimonio Clemente Bolívar; la pareja alegó todas las razones que le asistían a fin de que la Real Audiencia permitiera que el joven viniera con ellos, pero la Audiencia falló en favor del tío Carlos Palacios, y Simón debió obedecer.
Así pues después de muchos tutores y maestros que se cansaban de la personalidad del niño, incluyéndose en ellos el celebrísimo Don Andrés Bello, conocido como el maestro de América y el más grande humanista del continente, Simón termina bajo los cuidados de Simón Rodríguez quien era un conocido cercano de la familia y estaba dispuesto a emprender la tarea de convertir a su pupilo en el Emilio de Rousseau, que había influenciado en gran medida el concepto pedagógico de Rodríguez.
Rodríguez dirigía en esa época una escuela de primeras letras en Caracas. Busca formar al joven de una manera mas liberal consiguiendo mejores frutos, lo cual mas adelante se refleja en el pensamiento muy magnificado en Bolívar, esa necesidad de grandeza, de reconocimiento que no es posible sino con la forjación de confianza en si mismo así se este en el error.
A los 14 años, Simón ingresó con el rango de Cadete en el batallón de milicias de Blancos de los Valles de Aragua, que había sido creado por su padre, y un año más tarde era ascendido a Subteniente. Su hoja de servicios rezaba entonces: "Valor: conocido: aplicación sobresaliente", sin embargo no será nunca militar de escuela, y es reconocido así, mas adelante solo podrá ingresar a las fuerzas armadas gracias a su dinero.
Así pues es como se plasma la madurez del personaje durante la obra, y mas precisamente durante su vida misma, sin embargo encontramos una gran serie de cambios de parecer, de opiniones, de motivaciones, de fines y también de anhelos que dejan puesto al Libertador como alguien, que si bien es impetuoso y ardiente, también fue cobarde y falto de ideas en ciertos momentos.
Todo esto está en la obra sin que ella misma lo quiera así, pues como ya se menciono la obra sigue unos parámetros generales en cuanto a la caracterización del Libertador, exaltándolo y casi mitificándolo como es el sentimiento del pueblo latinoamericano, sin embargo no se puede dejar de lado el carácter de la obra como un excelentísima biografía, precisa y meticulosa, que permite crear una idea completa de la vida y obra de Simón Bolívar, solo basta leerla con un toque de neutralidad y análisis para que entendamos a Bolívar puesto en un plano mas humano y menos mítico a como se le quiere presentar.
De ningún modo es malo el enaltecimiento de un personaje de tal importancia para la historia, lo que está en cuestión es qué tan magnifico puede considerársele y por qué en ocasiones pareciera que se le quiere elevar al nivel de icono por razones que pueden ser mas de carácter subjetiva y no por la historia misma quien debería ser la encargada de ponerlo en dichos términos.
Lo primero es ubicar al personaje en el ámbito social de su época, en su esfera de interacción, así pues tiene que reconocérsele como alguien que debe mucho de lo que logró a su posición social, y no solo él sino la mayoría, sino todos los próceres de la patria, es decir, que no hubiera servido de nada su ímpetu y su gallardía si no hubiera contado con las clases dirigentes y las facultades e influencias que estas otorgan, no solo en cuanto a las relaciones que pueden surgir de las mismas, sino a la posibilidad de educación, de cultura y de ocio.
Qué hubiera sido de Bolívar si no contara con las posibilidades de entablar relaciones directas con los gobiernos de España e Inglaterra donde aceptó la misión de ir a Londres para comprar armas y gestionar la protección del gobierno británico1. Cómo hubiera podido ingresar a las filas del ejecito si no hubiera sido por sus influencias pecuniarias, es decir, él se plasma como caudillo de una sublevación a un yugo social, yugo que por cierto nunca existió, pues en la América colonial no existió tal opresión como la entendemos hoy en día. Las reales audiencias lo máximo que podían esperar era la llegada de su rey algún día, cosa que por cierto nunca sucedió, y menos aún hablaremos de yugo en las clases dirigentes.
Entonces mas bien, Bolívar es participe y forjador de una sublevación pero al cambio de sus privilegios, no concibe la necesidad de igualdad y la equidad y menos aun la necesidad de una verdadera libertad y fraternidad, y esto queda muy claro en los anhelos del inicio de su revolución.
Para esto es necesario, en primer lugar, comprender que la revolución que se dió en América no es una revolución de las clases obreras ni oprimidas como ya se ha pretendido acercar en la obra, es mas bien una revolución consolidada por una de las clases dominantes, los criollos.
Aunque dicha revuelta es en contra de la propia España lo que busca es la conservación y el establecimiento de el orden y las instituciones que se habían heredado de ella misma, es decir, el movimiento patriota implementado en gran medida por Bolívar, nunca pretendió llevar a cabo fines o ideales de libertad, igualad, representación o fraternidad, siempre pretendieron mantener la estructura social de los privilegios de su casta para la opresión de los realistas quienes por su parte si estaban dispuestos a seguir la gran corriente de la revolución francesa, en auge por la época, en busca de la libertad igualdad y fraternidad profesada por el movimiento Bonapartista.
Esto tiene un fundamento histórico esencial dado a que por la misma época en la península ibérica Bonaparte con la excusa de la querella de su campaña para tomar Portugal fingieron la necesidad de su paso por España. Habiendo las tropas de Napoleón tomado preso al rey Fernando VII y a su hijo, estaban a punto de establecerse solidamente en España con la colaboración de su hermano, José Bonaparte “pepe botella”, por lo cual ente otras razones los patriotas se oponían a los realistas y a las propias ideas de la revolución francesa porque implicaría la desobediencia al Rey y la monarquía española por su parte.
Sin embargo, en América, ni siquiera los mismos realistas podían ser entendidos como el pueblo, auque éste fuera su máximo representante, es decir, se deben contextualizar los acontecimientos, pues estamos hablando de la América colonial que estaba mas o menos a tres meses de distancia de la Europa de donde venían las ideas que defendían los realistas, y por otra parte se tiene que mantener presente que esos textos y noticias no estaban al alcance del pueblo, sino mas bien, a la de personajes como Bolívar, solo de las clases de superior jerarquía, por lo cual eran ellos mismo los encargados de difundirlos.
Aun mas interesante que explicar los fines de la revolución es explicar sus causas y que mas propicio que preguntarse ¿por qué la gestación de este sentimiento solo es posible en la Venezuela de Bolívar ?, y la repuesta que tiene la obra es muy bien sustentada, porque solo allí se sentía el desprecio tal de las mismas razas inferiores como lo nombra don Indalecio refiriéndose a José Manuel Restrepo, en su Historia de la Revolución, donde se habla de la siguiente relación de las razas que convivían en Colombia y Venezuela:
País Blancos Pardos Libres Indígenas Esclavos Venezuela 200.000 431.000 207.000 60.000 Colombia 887.000 140.000 313.000 70.000
Esto nos deja un poco mas claras las ideas, ya no vamos a entender la revolución como la gran sublevación de las masas como es frecuente hacerlo, sino que comprendemos que solo en el ámbito de una notoria minoría blanca y privilegiada, la de Bolívar, obliga al encadenamiento en los rígidos preceptos de casta para evitar el dominio de la sociedad que verdaderamente estaba siendo oprimida, es decir se reitera la necesidad de mantener unos privilegios en contra posición a la idea de la sublevación contra un régimen establecido o contra la burguesía, demostrando un vez mas la peculiaridad del desarrollo de la historia en la sociedad suramericana de la época.
La revolución entonces es motivada por a la búsqueda de privilegios individualizados que se apega mas al estilo de las revoluciones burguesas “liberales”, en contraposición a los grandes principios de la igualdad y la libertad política de las razas que terminaría pregonando en el momento mas tardío de sus campañas libertadoras, aun así no es difícil de comprender, pues en realidad la gran mayoría de los caudillos de la independencia latinoamericana estuvieron en las mismas posiciones de privilegios y en la búsqueda de los mismos cuando los creyeron posiblemente perdidos.
Esto lo podemos vislumbrar claramente desde el suceso más cercano a nuestra historia patria. Se puede empezar desde el llamado grito de independencia del 20 de julio de 1810.
Lo principal es la contextualización de las instituciones, es claro que el pueblo era conformado solo por los hombres libres quienes se podían reunir en torno al cabildo, institución de vital importancia a lo largo del desarrollo político de la liberación americana. El cabildo junto con la Real Audiencia son unas de las principales huellas de España en América, en el primeo confluían varias competencias como la administración de gobierno y justicia, tal como era propio de una monarquía, por otra parte en la Real Audiencia así como el cabildo no solo operaba como tribunal de justicia sino que también operaba con funciones administrativas y de gobierno.
Retomando, tenemos que la revuelta no era un problema económico ni social entre criollos y españoles, más si lo fue de carácter político por la representación, los mejores cargos los tenían los peninsulares por lo que lo criollos alegaban la necesidad de igualdad debido a su sentimiento de inferioridad.
Los acontecimientos tuvieron lugar el día de mercado donde se alegaba el insulto a Llorente, reconocido mercader, quien había sido victima del saqueo planeado la noche anterior por la banda del observatorio nacional donde se encontraba “Caldas”, debido a que se había negado a prestar el florero que sería utilizado en la recepción de Don Antonio Villavicencio quien venía en nombre del rey. Así pues los mercaderes se convierten en protagonistas y piden la realización de un cabildo abierto, es decir, cuya sesión debería ser pública, donde también se resalta la participación de José Acevedo y Gómez “el tribuno del pueblo” quien se encargo de la exaltación del pueblo inferior para que acompañaran y se manifestaran en la plaza mayor, hoy plaza Bolívar.
Va a ser dicho cabildo, integrado entre otros por Jorge Tadeo Lozano “Marques de San Jorge”, oidor de la audiencia, el que levantaría un acta, “grito de independencia”, donde se justificaban los actos, se pedía la presencia del rey y se ve la necesidad de hacer una constitución.
Así pues tenemos nuevamente el mismo resultado, que ajustándose a lo defendido anteriormente, no es una revolución en contra de la monarquía, y no se tenía la noción de república, se debe mas bien a la ausencia del rey y la necesidad de un gobierno, pues como ha sido mostrado a través de la historia de los pueblos, la ausencia de gobierno solo conlleva a la anarquía, es decir, la falta absoluta de orden, y dicha anarquía siempre ha sido temida por los pueblos tanto así, como para preferir en la mayoría de los casos, si es necesario, modelos de excesivo orden.
Por esto, resalta a la luz ,que las elites criollas a las que pertenecía Bolívar jamás pensaron siquiera en permitir algún tipo de pluralidad social y popular, entonces con que carácter se puede entender y concebir al caudillo que después de sentirse derrotado en su primer intento de revolución, es decir, hasta el momento de la reconquista cuando debido a las campañas realizadas por Morillo “ el pacificador”, las cuales en principio habían mostrado condolencia para los rebeldes, como en su llegada a Isla Margarita donde Morillo había perdonado a los patriotas debido a las lagrimas de las mujeres e hijos quienes a su partida decidieron retractarse y asesinar a todos los peninsulares, devastando por completo la misericordia de Morillo, quien descargará su ira contra el pueblo de Cartagena al que sitió, quitó la comida y el agua obligándolo en contra de su firme ideal de libertad a la rendición y capitulación, ese pueblo que le dio su apoyo y credibilidad, ese que si lucho en contra de todo traspié , decide retirarse hacia jamaica en busca de protección y abandonando su causa.
Sin dejar de lado que el mencionado intento y la abandonada causa, eran en realidad contra su propia patria, porque sin tanto quería la independencia, ¿por qué luchaba contra sus compatriotas, hermanos de tierra, su nación, queriendo ponerlos y someterlos al poder de la monarquía española? , por qué llega a concebir como único método para su gloria individual, el tratar de unificar una nación con el sentimiento de la segregación, seria afirmación que mas adelante se contrapondrá nuevamente a su emérito interes de la unidad y la fuerza, es decir, cuando su causa patriota estaba perdida se dió cuenta, creyéndose brillante y sagaz que la única manera de lograr su cometida era arraigar en los pardos, negros e indígenas el sentimiento de desaprobación en contra de los españoles, no como gobierno sino como raza.
Una vez logra su propósito y establece dicho sentimiento decide entonces dar un siguiente paso y toma la decisión de dominar a los hombres de Boves para empezar a usarlos como su ejercito a favor de defender los intereses de los mantuanos2 y así los suyos propios, buscando también que pudieran resistir la gran sublevación y emancipación de su casta que no perdía la esperanza de recuperar sus privilegios aunque ya la había visto perdida antes del suceso mencionado pues las fuerzas y tropas no estaban en condiciones militares de resistir la causa patriótica.
Siguiendo mas adelante en la historia, vienen todos sus pensamientos y deseos con un toque de diferencia a sus motivaciones iniciales a favor de la monarquía, ya presenta las intenciones de la absoluta libertad de España, y se plasman en gran medida mediante La Carta de Jamaica donde Simón Bolívar escribe en respuesta a una carta de Henry Cullen exponiendo las razones que provocaron la caída de la Segunda República en el contexto de la Independencia de Venezuela y además donde trata vagamente de dar ciertas explicaciones de la situación política y las aspiraciones de la América, a lo que Bolívar responde argumentando incertidumbre y escasez de datos, sin embargo se enaltece debido del interés que muestra Henry Cullen con la causa.
…el estado actual de la América, como cuando desplomado el Imperio Romano cada desmembración formó un sistema político, conforme a sus intereses y situación o siguiendo la ambición particular de algunos jefes, familias o corporaciones; con esta notable diferencia, que aquellos miembros dispersos volvían a restablecer sus antiguas naciones con las alteraciones que exigían las cosas o los sucesos; mas nosotros, que apenas conservamos vestigios de lo que en otro tiempo fue, y que por otra parte no somos indios ni europeos, sino una especie media entre los legítimos propietarios del país y los usurpadores españoles: en suma, siendo nosotros americanos por nacimiento y nuestros derechos los de Europa, tenemos que disputar éstos a los del país y que mantenernos en él contra la invasión de los invasores3.
Habla de la separación irrevocable de América frente a España, debida en gran medida al odio suscitado por el pueblo americano a raíz de los acontecimientos sanguinarios de los que habían sido presa. Todo lo que formaba la esperanza americana y la suya propia venía de España. De aquí nacía un principio de adhesión que parecía eterno, después se alega una conducta déspota de los dominadores encaminada a la muerte, el deshonor, y todo cuanto es nocivo por lo cual América lucha con desesperación para su liberación. Se resalta los movimientos de el rió de la plata, de chile, y hasta de Perú que era el mas sumiso.
Se pide con clamor la intervención de Europa mas precisamente de Inglaterra en la causa libertadora, pues dice que es necesario que Europa ponga límites a España, sin embargo plasma su sorpresa al manifestar que la Europa y los americanos del norte, México, se han quedado inmóviles a la causa.
La Europa haría un bien a la España en disuadirla de su obstinada temeridad; porque a lo menos le ahorraría los gastos que expende y la sangre que derrama; a fin de que, fijando su atención en sus propios recintos, fundase su prosperidad y poder sobre bases más sólidas que las de inciertas conquistas, un comercio precario y exacciones violentas en pueblos remotos, enemigos y poderosos. La Europa misma, por miras de sana política, debería haber preparado y ejecutado el proyecto de la independencia americana; no sólo porque el equilibrio del mundo así lo exige; sino porque éste es el medio legítimo y seguro de adquirirse establecimientos ultramarinos de comercio. La Europa que no se halla agitada por las violentas pasiones de la venganza, ambición y codicia, como la España, parece que estaba autorizada por todas las leyes de la equidad a ilustrarla sobre sus bien entendidos intereses. 4
Trata también del estado particular en el que se encontraba América, de violación de derechos fundamentales, de total opresión donde los americanos solo eran siervos y sin alcance al poder de ninguna índole pues todo lo detentaba España. Debido a esto se ven obligados al caos de la revolución pues no tenían un gobierno justo ni liberal. Primero se preocupo por la seguridad interna y luego por a externa. Se establecieron autoridades que encargadas de dirigir el curso de la revolución y de aprovechar la coyuntura feliz en que fuese posible fundar un gobierno constitucional, digno del siglo y adecuado a la situación.
Aunque se notan claramente sus aspiraciones a la perfección del gobierno de la patria, no se podía persuadir que el Nuevo Mundo fuera por el momento regido por una gran república; teniéndolo como imposible, y menos una monarquía universal en América, porque este proyecto, sin ser útil, es también imposible. Los estados americanos han menester de los cuidados de gobiernos paternales que curen las llagas y las heridas del despotismo y la guerra. Dejando nuevamente unos paradigmas en cuanto a sus intenciones para la unión de la Republica que sin embargo en las leyes fundamentales, de Angostura y Colombia, que seguirán el transcurso de la historia se consigna de manera explicita.
Entonces nuevamente su parecer cambia, por la necesidad de gloria, su identificación y la de la Republica eran una sola, él era la republica que tanto deseó, al punto que encamino la patria a la dictadura.
Entonces como era de esperarse, la gloria no la buscaba solo el sino, lo demás héroes de la patria debido a su característica militar lo que llevara a sus conspiraciones y traiciones, que auque no lo mataron fácticamente si deterioraron su salud como el caso de la conspiración de la que fue presa en Santa fe , donde contrajo neumonía, la que lo llevaría a la muerte mas adelante y no solo eso, pues también lo destrozaron moramente y anímicamente, entendió que leales suyos como Santander lo habían traicionado. Así en el final de sus días había perdido todo, si bien es cierto que obtuvo la gloria, esta fue pasajera, debido a que no supo fundamentarse y menos aun arraigar verdaderos sentimientos, mas q los suyos propios, y que al parecer el mismo entendió haber sido preso de ellos, pues solo encontró la libertad en el amor de Manuelita Saenz, cuando la llamo la libertadora del libertador, como si hubiera concebido su vanalidad en la lucha y así mismo la de sus amigos y compañeros, no se detuvieron a pensar en la América que sangraba en las guerras, sino en ellos mismos dejando a su paso las ruinas que mas adelante serian epicentro de la falta de organización política y económica, de la pobreza de la falta de identidad, del talión, de gobernantes autárquicos y tiránicos, de pueblos que pierden su interes, su fe en la política y en el estado mismo, y otras enfermedades que son llegado directo de esa historia.
Para terminar y teniendo estos aspectos en cuenta quedan muchos argumentos concretos, y que son precisamente esos las que hacen que la imagen de Bolívar parezca controversial, un tanto mitificada y un tanto adulada, son las siguientes:
En primer lugar, por qué la obra y más aun, la historia misma no da el grado de exaltación merecido al valor de quienes se quedaron durante todo el tiempo de la llamada independencia, sino alabamos a quien huyo siempre que pudo conseguirlo gracias a sus influencias y a la gran posición aristocrática que poseía.
Segundo, cómo se puede hablar de la gallardía de un hombre que huyo siempre que encontró rivales fuertes, como cuando ve de frente a su supuesto enemigo de causa, Monteverde, y solo espera de el que le permita con una autorización partir a tierras lejanas, cuando huye al enfrentamiento contra Morillo y aun mas increíble cuando no s capaz de librar la batalla mas importante para la liberación la de Junin contra los realistas mas acérrimos y manda al General Sucre.
Tercero, ver la forma como las necesidades de gloria de una persona pueden trascender a la desgracia de pueblos enteros, de miles de muertes.
Cuarto, auscultar cómo Colombia aun sufre las consecuencias de dichas campañas libertadoras y las deudas que estas dejaron, las cuales fueron asumidas en más del cincuenta por ciento por la Nueva Granada, cuando Bolívar no fue hijo de nuestra patria, cuando Cartagena la Heroica lucho mientras el huía después de haber sido ella misma la que en principio lo apoyó en nombre de la Nueva Granada.
Por último, como consecuencia de los anteriores y lo que parece mas impactante es preguntarse por qué nunca se habla de esta América que sufrió liberándose, parece que la obra olvidara por momentos que la gran mayoría, si no todos, los que murieron en las batallas que exaltan de Bolívar, fueron los negros, pardos e indios que sí tuvieron claro desde siempre su finalidad, querer salir del dominio español, buscar la igualad, la representación, sentirse verdaderamente americanos, cuando el libertador tuvo que sentir el olvido de su madre patria “España”, para poder lograrlo, y como si hubiera sido poco también tuvieron que enfrentarlo en el principio de la sublevación.
Así pues, queda la imagen de Bolívar en un plano más neutral y de alguna manera hasta contradictorio desde la historia de la Nueva Granada y la propia América, mostrando como mucha de la gloria que se enseña acerca de el puede ser criticada, y como a falta de verdadero arraigo en ideas trascendentales, consigue ideas pasajeras pero las ideologías a medio hacer e indefinidas dejan como consecuencia fatal el desorden político, la falta de patriotismo en los gobernantes y mas grave aun la perdida de fortaleza y de unidad, problemas de los que aun hoy, en el caso de Colombia, somos victimas.
BIBLIOGRAFIA: Marx, Carl. Artículo acerca de Simón Bolívar, 'El Liberador', publicado en el tomo III para The New American Cyclopedia enero 1858. Apareció en la edición alemana de MEW, t. XIV, pp. 217-231 Liévano Aguirre, Indalecio. Bolívar, Intermedio Editores, Bogotá Colombia 2001. Pombo y Guerra. Constituciones de Colombia. Bolívar, Simón. Carta Jamaica, Kingston Jamaica 1815 Ley Fundamental de Angostura. Santo Tomas de Angostura Palacio del Soberano Congreso de Venezuela en Angostura, el 17 de diciembre de 1819.-9º. Decretada por el Soberano Congreso. Ley Fundamental para la union de los pueblos de Colombia, Villa del Rosario de Cúcuta Congeso Nacional dictó el 12 de julio de 1821, l http://www.bogota.gov.co/portel/libreria/php/frame_detalle_w3c.php?h_id=12678&patron=01.0116&p_format=1. Indalecio Liévano Aguirre Biografia. Historiador, político y estadista nacido en Bogotá, el 24 de julio de 1917, muerto en la misma ciudad, el 29 de marzo de 1982. Hizo sus estudios de secundaria en el Colegio Nacional de San Bartolomé, donde obtuvo el diploma de bachiller en Filosofía y Letras en el año 1939. Posteriormente realizó sus estudios universitarios de Derecho y Ciencias Sociales y Económicas en la Universidad Javeriana, donde se graduó en 1944. Su tesis de grado fue una biografía de Rafael Núñez. Esta fue su primera obra de investigación histórica, la cual le mereció la alta distinción de miembro correspondiente de la Academia Colombiana de Historia en 1944. Fue elevado a la categoría de miembro de número en la sesión del 1 de junio de 1950, en la silla que antes ocupara Max Grillo, la número 19. Desde la década de los cuarenta, su principal pasión humanística fue la historia. Entre sus obras más destacadas señalamos Los grandes conflictos sociales y económicos de nuestra historia, Biografía de Bolívar, El proceso de Mosquera ante el Senado y Bolivarismo y Monroísmo. En la misma forma, realizó estudios sobre: "Una política para América" (la concepción bolivariana y santanderista), "Las diferencias entre Bolívar y Santander", "El empréstito inglés y la conspiración septembrina", "colonización española y luchas sociales del Nuevo Mundo", "La independencia americana. Factores de desintegración de la comunidad", "Semblanza política de Alfonso López Michelsen", "El renacimiento del sector rural", "EJ Plan para cerrar la brecha", "La descapitalización del campo" y otros. Liévano Aguirre hizo aportes significativos a la historiografía revisionista de Colombia, interesada en la revisión de los marcos tradicionales de la investigación histórica, en la interpretación de los conflictos y frustraciones sociales de las masas, el estudio de los caudillos y las oligarquías colombianas e hispanoamericanas y el análisis humanístico de los héroes, bajados ahora de los altares hieráticos de la historiografía romántica. Su reflexión historiográfica revisionista presenta una línea de continuidad entre Los grandes conflictos y el análisis de las ideas, la obra, la acción y el ambiente histórico de la Gran Colombia, a través de la Vida de Bolívar. Su biografía del Libertador ha sido considerada como una de las mejores que se han hecho en Hispanoamérica; es una biografía social, que busca el estudio de su pensamiento y acción integrada al proceso histórico de la Independencia, y en especial de la Gran Colombia. Dentro de su actividad periodística, Liévano Aguirre colaboró con El Tiempo, El Espectador, La Calle, El Liberal, El Siglo, La Nueva Prensa, Semana, Sábado, Revista de las Indias y otros. Fue gerente del periódico EI Liberal y miembro del cuerpo de redactores del periódico La Calle, cuyo director era Alfonso López Michelsen. Como político y diplomático, Liévano Aguirre desarrolló una importante, labor desde la década de los cuarenta. En 1943 fue nombrado secretario privado de la Presidencia de la República, en el segundo gobierno de Alfonso López Pumarejo. Entre los años 1945-1946 actuó como encargado de negocios de Colombia en Londres. En 1953 fue nombrado ministro plenipotenciario de Colombia en Cuba, y al año siguiente, ministro consejero de la delegación de Colombia en la Organización de Estados Americanos (OEA). En la década del sesenta dedicó su actividad política al Congreso Nacional; fue elegido representante a la Cámara para el período 1964-1970, y en los cuatrienios 1970-1974 y 1974 -1978 fue elegido senador de la República. El presidente Alfonso López Michelsen lo nombró ministro de Relaciones Exteriores, fue el ministro estrella del presidente López, lo acompañó en todo su mandato y manejó las relaciones internacionales siguiendo una política de buenas relaciones con todas las naciones del mundo. En 1976 fue elegido primer designado a la Presidencia de la República; en el mes de octubre del mismo año, como ministro delegatario, se encargó de la primera magistratura del país. Sus actividades diplomáticas en la Organización de las Naciones Unidas fueron muy importantes; fue presidente de la delegación de Colombia en el trigésimo primero, trigésimo segundo y trigésimo tercer períodos de sesiones celebradas en la ciudad de Nueva York en los años 1976, 1977 y 1978. Así mismo, le correspondió presidir la asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. Recibió numerosas condecoraciones, entre ellas; las máximas que confiere España, Venezuela, la Santa Sede, Ecuador, Perú, China, Países Bajos, Argentina y la Gran Cruz de la Orden de Boyacá.
Fue miembro de la Dirección Nacional Liberal y encargado de la dirección nacional de su partido. En 1981 renunció al cargo de embajador ante las Naciones Unidas, su objetivo era reintegrarse a sus actividades políticas. Los mayores aportes de Liévano Aguirre fueron a la historiografía revisionista, a la diplomacia mundial y al partido liberal, al que siempre sirvió con dedicación.