lunes, febrero 26, 2007

25 de septiembre de 1828 (Uribe) Bocanegra

25 de septiembre de 1828

Por Julián Eduardo Bocanegra Velásquez

El objetivo de este ensayo es analizar los diferentes motivos que impulsaron a los principales opositores de régimen bolivarense a conspirar en contra del general, presidente y principal ente representativo de poder el cual, había otorgado libertad a un pueblo azotado por el un régimen monárquico que no se preocupaba por las deficiencias que sufría un territorio marcado por las injusticias que este régimen traía consigo.

Para empezar con el desarrollo de este problema es necesario referirse a los problemas la constitución de Cúcuta de 1821, la cual fue hecha en un estado de guerra, la cual presentaba como ente solidó al presidente que era a su vez general y líder del ejército. Mientras que la administración del estado ese mantenía bajo el poder del vicepresidente es decir Santander. El objetivo de Santander era conseguir los suficientes recursos para subastecer al ejército del libertador el cual carecía de alimentos y de municiones. Para esto Santander decide cobrar impuestos al pueblo para adquirir el dinero suficiente se requería, pero desafortunadamente el pueblo en esa época carecía de dinero para pagar estos. Es por esta razón que decide pedir encarecidamente un préstamo a los ingleses y para lograrlo comisiona al señor Zea para pedir y obtener dicho crédito.

Una vez es aprobado este crédito por los ingleses, decide Santander utilizar cierta parte de dicho préstamo para beneficio propio y el de sus colaboradores mas cercanos, otorgando así una pequeña porción para lo que realmente se había destinado.

Al enterarse de esto, el libertador pierde cierta simpatía con Santander por razón de la cual decide no llamarlo más su amigo como lo manifestó este en una carta que el mismo Santander respondió expresando su dolor por la decisión de Bolívar.

A pesar de esto Bolívar no se detuvo con su campaña libertadora y al llegar a guayaquil se encontró con el general San Martín, quien era su homologo en el sur del continente en cuanto a campañas militares en busca de la independencia. Al realizarse dicho encuentro y después de mucho dialogar decide San Martín otorgarle el titulo de general mayor a Bolívar quien dispuso de la gente de su homologo, para así lograr tener suficiente poder militar para enfrentar al virreinato de lima. En un principio el libertador manda a Sucre quien era un miliciano de su confianza para hacer frente a la batalla de Junín donde este gana. Después el mismo Bolívar se enfrenta al ejército monárquico al cual derrota dado así la independencia al Perú.

Debido a su victoria el pueblo decide otorgar a este el mandato como presidente. Al ver esto Bolívar resuelve hacer una constitución para este territorio la cual después regiría en la nueva granada, pero según algunos historiadores esta constitución no presentaba gran coherencia ni sistematización alguna que rigiera en ambos países.

Al ver esta imposición en la nueva granada algunos generales subalternos a Bolívar no están de acuerdo con esto ya que se consideraba al libertador como un excelente militar pero no como jurista. Entonces resuelven enfrentar a este con la mala suerte que Bolívar los vence perdonando sus vidas.

Bolívar teme a la Anarquía, entonces opta por establecer un control riguroso, donde el poder ejecutivo posee gran competencia para establecer el orden en el país. Santander al ver esto defiende la constitución de Cúcuta de 1821 en la convención de Ocaña. Pero esta convención buscaba retener y oponerse a la dictadura del libertador pero esta fracasa y Bolívar impone su voluntad.

La dictadura de Bolívar para muchos autores e historiadores es un gran error de que no puede culparse el temor a la anarquía, las desgracias de la patria, ni las intensiones de Santander y sus amigos. Pero a Bolívar no le competía sustituir la constitución de Cúcuta por el poder absoluto. Pero la mayoría de las municipalidades de la republica granadina piden al presidente tomar la dictadura como única forma de mantener el orden equitativo en toda la republica. Esta nueva forma de gobierno ayuda a agudizar la división entre bolivarenses y Santanderistas.

Bolívar sustituye la constitución de Cúcuta de 1821 por el decreto orgánico de la dictadura, el cual llega a tal punto que hace desaparecer el congreso y lo reemplaza por el consejo de estado el cual cumple con la función de aconsejar al libertador. Al ver esto los Santanderistas opinan y sustentan fuertemente que la forma de gobierno de bolívar no era ninguna dictadura sino una tiranía, por eso se basan en la teoría del tiranicidio dada por santo tomas para acabar con el libertador.

Estos son los motivos que argumentan los Santanderistas para dar muerte a al dictador. Por eso el 25 de septiembre de 1828 se ejecuta la conspiración en Bogota en la residencia del libertador donde los conspiradores matan a la guardia en silencio con armas blancas y acceden a cometer el tiranicidio pero el libertador, pero no cuentan con que la compañera sentimental del libertador Manuelita Sáez los enfrenta heroicamente a sabiendas que estos no podían cometer ninguna acción en contra de ella debido a que el atentado no iba dirigido en su contra. Manuelita grito de tal forma que el libertador escucho y desalojo su habitación en paños menores por una ventana, quedando al asecho de cualquier ataque, es por esto que se refugia por debajo de un puente donde mantuvo por cierto tiempo. A esta permanecía a la intemperie se le atribuye la iniciación de la enfermedad que acabo con su vida poco meses después en Cartagena.

Su patria natal le prohibió la entrada. En medio de este ambiente entregó el mando al general granadino Domingo Caicedo, marchó a la quinta de Fucha, presentó su renuncia , vendió sus posesiones y reunió $17.000 para marchar hacia Cartagena, con el propósito de embarcarse a Europa. Cuando anunció su viaje -cuenta Ruiz Rivas-"entre civiles estudiantes se formó el propósito de agredirle en su persona. Doscientos jóvenes del Colegio de San Bartolomé, penetraron al local de la Corte Suprema de Justicia y despedazaron su retrato, colocado en una de las salas. Vociferaban que debía impedirse el viaje del general, porque tenía planes contra la libertad. El gobierno dispuso que los granaderos custodiaran la casa. El mismo vicepresidente Caicedo, con otros personajes, tuvo que dormir en ella acompañando al Libertador, pues temían un desacato".