martes, noviembre 11, 2008

Simón Bolívar, el Grande

Simón Bolívar, el Grande

Por Johana Patiño Velilla

Es necesario para comenzar, tener en cuenta que el discurso de Angostura fue pronunciado por Simón Bolívar, el 18 de febrero de 1819, con motivo de la instalación del Segundo Congreso Constituyente de la República de Venezuela. Bolívar analizó profundamente la conveniencia de las instituciones que surgieron en América a raíz de la Independencia, y así mismo debían responder a las necesidades y posibilidades de estas sociedades, sin copiar modelos de otros países. En otro de los apartes de este discurso, Simón Bolívar reconoce que el régimen Federal es muy favorable para otras Naciones, pero en el caso de Venezuela establece que el mejor régimen es el Centralista, basado en la división de las ramas del poder público (Ejecutiva, Legislativa y Judicial), exaltando la fortaleza del poder Ejecutivo; igualmente propone un cuarto poder denominado el Poder Moral encargado de exaltar la grandeza y la fuerza de la Virtud, y, de enseñar a los políticos para ser personas ilustradas y es aquí de donde le viene la idea de que se establezca una Cámara Vitalicia o hereditaria para mantener en ésta la tradición de los padres de la patria, y quienes fueran a pertenecer a ella, fueran personas educadas para tal fin desde pequeños. Es aquí cuando nos preguntamos: ¿Es realmente posible y favorable para la sociedad, que el Senado sea vitalicio como lo propone Simón Bolívar en su discurso pronunciado en el Congreso de Angostura de 1819?

Proponer que un Senado sea vitalicio y hereditario no es nada fácil, si no se tiene los argumentos y la plena convicción para hacerlo, pero conociendo la sabiduría por la cual se destacaba Simón Bolívar, se puede aducir que un Congreso vitalicio y hereditario es la mejor manera para mantener el orden y continuidad en las ideas del Poder Legislativo, siempre y cuando los primeros Senadores sean elegidos, por el pueblo que les ha confiado su poder soberano para llevar las riendas del orden político, social, económico, cultural , etc. de la Nación, y que sus sucesores sean aquellos que han sido educados tal cual como dice Bolívar, para que sean los futuros legisladores de la patria sin restricción de clase social, pudiendo así ocupar este cargo cualquier persona que tenga las capacidades y los estudios necesarios para ello, sin que sea necesario pertenecer a la nobleza.

No obstante según Salvador de Madariaga, Simón Bolívar con toda su inteligencia cae en una contradicción en su discurso al proponer el Senado vitalicio, en cuanto que señala que entre los primeros senadores “figuren los Libertadores de Venezuela, acreedores de ocupar siempre un alto rango en la República que les debe su existencia”, negando así la posibilidad que el Senado sea la verdadera imagen de la voluntad del pueblo y desconociendo lo que dijo en un aparte de su discurso en cuanto a “ que los sucesores del senado tendrían preferente atención por parte del Estado, que cuidaría de su educación como legisladores futuros de la patria y no por eso constituiría nobleza, puesto que el oficio de senador no sería para ellos privilegio sino deber y profesión”.

Al contrario de lo propuesto por Bolívar, para otras personas no es fácil estar de acuerdo con un Senado Vitalicio y hereditario, ya que seria olvidar las bases de la Democracia para establecer así una Aristocracia como base del Gobierno y se evitarían las elecciones que son la base la manifestación de la voluntad del pueblo y por ende de una democracia , pudiendo también caer en una tiranía debido a que los que ostentan el poder Legislativo deben rotar permanentemente para no caer en una legislación tirana y que todo el pueblo se tenga que someter a ella sin derecho a replica.

Sin embargo no hay que olvidar que las ideas políticas del Libertador tiene una profunda vocación democrática, ya que él se manifiesta en su Discurso de 1819 a favor de la Democracia que es sinónimo de libertad para el pueblo y no está de acuerdo con que una misma persona se perpetúe en el Poder Ejecutivo, es decir que una misma persona gobierne sin limite de tiempo llevando así al pueblo a estar sometido bajo el yugo de una tiranía y produciendo infelicidad, inseguridad y desestabilización en la sociedad, pero si esta de acuerdo con que el Senado sea vitalicio y por ende hereditario, sin que el senado se desprenda de los intereses populares ni olvide sus deberes Legislativos. Bolívar propone que los Senadores sean elegidos por primera vez por el congreso, considerando que no es una violación política el Senado hereditario, de la misma manera, sirve de contrapeso para el gobierno y para el pueblo, por lo tanto no seria una violación a la igualdad política

Bien es cierto que el imperio de la leyes es más fuerte que una tiranía, siempre y cuando exista una practica continua de virtudes y que las leyes las cuales nos son dictadas por nuestros representantes en el senado sean la base de la práctica continua de buenas costumbres y no de la fuerza y el despotismo de algunos hombres, sin embargo sí existiera el Senado vitalicio, habría una desigualdad política, ya que impediría que otras personas también participen de la creación y promulgación de las leyes.

Después de todo, para concluir puedo decir que en ningún Sistema Democrático sería bueno un Senado vitalicio ya que como se planteó anteriormente esto conllevaría a una tiranía legislativa porque así como no es bueno que ningún individuo se perpetúe en el Poder Ejecutivo no sería bueno tampoco que se perpetúe en el Poder Legislativo, porque acabaría con dicho sistema, además no estamos preparados intelectual, ni política, ni moralmente en estos tiempos para poder adoptar un Senado vitalicio y hereditario ya que no contamos con una educación adecuada para asumir tal propuesta, quizá hubiera sido factible en la época de Simón Bolívar si se hubiera aceptado el Poder Moral que proponía y no se presentaba tanta corrupción como se presenta hoy en día en la mayoría de países y específicamente en Latinoamérica.