La Opresión de la Cultura Indígena
Por Paulina Cardona Bernal
Con el pasar de los años los territorios han visto la necesidad de independizarse unos de otros por razón de la autonomía y del gobierno, algo similar surgió en la Provincia de Valle De Upar en el año de 1853 cuando se dieron su propia Constitución Provincial. A pesar de esta Carta, anteriormente en este territorio, que hoy es conocida como la ciudad de Valledupar, existió la tribu de los Eupari quienes fueron una familia muy numerosa que estaba a cargo de un Cacique, y este era quien organizaba y orientaba a su población; “para que el Cacique adquiriera el titulo de UPAR, que significaba valor, fortaleza y justicia, requería un proceso de consagración por el bien de la tribu, bajo el influjo del Dios Sol y de la Madre Luna”[1].
Siempre en una población hay quien gobierne y dirija al conglomerado y es por ello que dentro de esta comunidad era claro ver como el Cacique era el jefe y única autoridad de la población, esta no fue solo una excepción; La Provincia indígena del Valle De Upar fue poblada por numerosos indígenas armados y con grandes cuerpos quienes se caracterizaron por tener gran riqueza de oro que fue el atractivo para los Conquistadores de la época. A pesar de ser una comunidad numerosa y aguerrida no fue esto un impedimento para que los colonialistas entraran a este territorio; por lo contrario, fue Bodillo que durante un buen tiempo ocupo esta población terminando cargado de oro, pues por eso, para los castellanos la única misión que se tenían en el Valle era saquear las propiedades de los mismos indios.
Al llegar a la cordillera, Alfiger luego de un gran recorrido encontró Fernandez que existía una gran llanura poblada de indígenas con un gran rio, este era el Valle De Upar, ubicado a la orilla de rio Guatapurí. Quienes intentaron pasar esta cordillera se demoraron tres días para llegar, pero en el recorrido que realizaron no solo mataron a quienes se encontraban en el territorio final sino a quienes se iban encontrando como fueron los Cariachiles y los Itotos. Todo continuo cuando la “expedición de los europeos se dirigió contra los indios, a quienes atacaron despiadadamente tomando por prisioneros al Cacique Upare”[2]. Además de los tratos forzados y el esclavismo al que fueron introducidos los indígenas también existieron otras causas de la desaparición como lo fueron la poca obediencia, la viruela, la matanza, los incendios, los atropellos, y el introducirse al rio donde murieron la mayor de estos hombres; esta situación permite ver como “su manera de tratarse es de brutos y mal trabajadores, sin tener forma de vida política sino obedecer y creer a los mahones, que son hechiceros que los traen engañados”[3].
La transformación por así decirlo que sufrió esta la comunidad fue total, ya que con la llegada de Don Lope de Orozco a Santa Marta y los demás Castellanos, y al enviar sus tropas al Valle De Upar esas tribus que se encontraban en este lugar se vieron indefensas y al no conocer del tema y de la intención de los blancos no se opusieron. Así entonces, fueron víctimas de prácticas atroces y los pocos que quedaron vivos al verse atacados por los europeos tomaron como única instancia refugiarse en las selvas. A pesar que con la fundación se permitió que las expediciones entraran al interior del país, pero la “excursión realizado por Don Lope de Orozco, quien tenía en la mente la realización de numerosos proyectos y buenas referencias de las tierras fértiles, con tan mala suerte, que sus co -expedicionarios tenían solo ideas de aniquilamiento, lo hizo que sus planes se fueran a tierra”[4].
Se puede ver, como la vida de esta provincia se desarrollo poco a poco de manera cruel y violenta pues como toda batalla existieron las muertes, las matanzas, las torturas y la esclavitud. Esta situación no sale de los parámetros conocidos a través de la historia, pero si se puede ver como la misma comunidad indefensa fue tan inocente y como los blancos fueron tan despiadados solo por la necesidad de tener el oro, la riqueza y el territorio. Es por ello que en esta región, es decir, en el Valle De Upar, existió una cultura muy ligada a sus ancestros porque como se menciono anteriormente estos fueron engañados, y obedecieron a su única y suprema autoridad que era el Dios representado en el Cacique, y finalmente fueron enseñados a diferentes vicios que los llevaron a la muerte.
En fin, la cultura de la provincia del Valle De Upar desapareció igual como sucede en todas las conquistas de los territorios, solo que esta se caracterizo por su arraigo indígena y la riqueza de este pueblo. No fue solo una expedición de conquistadores la que llegó a estas tierras sino más bien un grupo de blancos que se aprovecho de una comunidad inculturaizada y desconocedora de la realidad del otro mundo, carente de fuerza, de poder, y de conocimiento.
BIBLIOGRAFIA
Cacua Parada, Antonio. Colombia en la Historia, Tomo II. Editorial Corporación Universitaria del Meta. Bogotá, Colombia, 1969.
Castro Trespalacios, Pedro y Castro Maya, Carlos A. Culturas Aborígenes Cesarenses e Independencia del Valle de Upar. Imprenta Nacional de Colombia, Santa Fe de Bogotá, 2000.
Castro Trespalacios, Pedro. Documento para la Historia de la Fundación de Valle de Upar. Colombia, 1946.
Palencia, Ernesto. Evocaciones Históricas o la Quimera del Retorno. Centro de Historia del Cesar, Cesar, Colombia.
[1]Palencia, Ernesto. Evocaciones Históricas o la Quimera del Retorno. Centro de Historia del Cesar, Cesar, Colombia. Pág. 44
[2] Castro Trespalacios, Pedro y Castro Maya, Carlos A. Culturas Aborígenes Cesarenses e Independencia del Valle de Upar. Imprenta Nacional de Colombia, Santa Fe de Bogotá. Pág. 19
[3] Castro Trespalacios, Pedro. Documento para la Historia de la Fundación de Valle de Upar. Colombia. Pág. 23
[4] Palencia, Ernesto. Evocaciones Históricas o la Quimera del Retorno. Centro de Historia del Cesar, Cesar, Colombia. Pág. 49.