lunes, marzo 05, 2007

Santander (Bushnell) Lozano Gómez

FRANCISCO DE PAULA SANTANDER
Por Silvia Lozano Gómez
A mi forma de ver, para poder hablar de un hombre tan importante para la historia de Colombia, tendría primero que hacer referencia un poco a una corta biografía, para poder identificar, que clase de hombre era este y por que actuaba de tal manera como lo hizo. Pocos hombres en la revolución de la independencia reunieron mas condiciones que éste: valeroso, liberal sincero, patriota sufrido hasta los últimos límites de la resignación, enérgico hasta parecer audaz, hábil en el manejo de los negocios públicos y severo en sus procedimientos como gobernante. Aunque este hombre también era muy ambicioso de poder, ¿pero quien puede vanagloriarse de no serlo? Pero lo que pasaba con Santander era que esta ambición daba a sus actos cierto toque de injusticia. Francisco de Paula Santander nació en la ciudad de Villa del Rosario de Cúcuta el 2 de abril del año de 1792, murió en Bogota el 6 de mayo de 1840. Era hijo de Juan Agustín Santander Colmenares y Manuela Antonia de Omaña y Rodríguez. Santander era de una alta clase social, además su familia era muy influyente en los asuntos de esta región. Por las venas del general Santander corría aún con fuerza la herencia de dos razas, que empezara en la unión del conquistador español Diego de Colmenares con la hija del cacique de Suba, Ana Sáenz. Esto influyo fuertemente en el carácter del General. La educación de Francisco de Paula se inició en una pequeña escuela privada de la Villa del Rosario de Cúcuta; luego, en la biblioteca paterna, tuvo la oportunidad de ampliar los conocimientos adquiridos a través de las múltiples lecturas realizadas. A la edad de 13 años fue enviado a Santafé de Bogotá, a cursar estudios en el Colegio Real Mayor y Seminario de San Bartolomé, donde aprendió las bases de la teoría e ideas políticas, conociendo a fondo las doctrinas jurídicas y la legislación romana y española. El 20 de julio de 1810 Santander dijo adiós a los claustros de su colegio, ingresando el 26 de octubre de este mismo año como voluntario al servicio militar activo con el grado de subteniente-abanderado del batallón de infantería de Guardias Nacionales, a la edad de 18 años. Desde aquel día lo encontramos inmerso en la maraña bélico-política de las conmocionadas colonias, tomando partido en la confrontación civil entre federalistas y centralistas de la Primera República, y combatiendo el dominio español a las órdenes de Manuel Castillo y Rada y Antonio Baraya Ricaurte. Santander a los 27 años ya era General y había sido escogido para reorganizar las fuerzas revolucionarias dispersas y anarquizadas del Casanare. Fue desde este lugar que en la mente de nuestro General se fraguó la idea de invadir la Nueva Granada, limpiarla de españoles y luego retornar con el ejército triunfante a Venezuela. Pero la verdadera dimensión de Santander no la debemos ver en el caudillo militar, sino en el estadista, en el administrador, en el legislador, pues en tiempo de guerra cualquier hombre podía llegar a ser General, pero muy pocos llegan a la categoría de legislador o estadista. A Santander se le encomendó la tarea de la vicepresidencia de Cundinamarca y este a pesar de su poca experiencia en este tipo de cargos, gracias a sus estudios pudo salir victorioso en el naciente Estado. Pues en este nuevo estado nadie quería obedecer a las nuevas autoridades y mucho menos contribuir con ellas, ese gobierno era el blanco de burlas y además la gran mayoría, especialmente las clases sociales altas simpatizaban abiertamente con la monarquía española. Además la mayoría de personas pensaban que esta nueva Republica seria efímera y sin ningún porvenir. Las grandes cualidades de Santander no sólo como estadista sino como administrador y organizador quedaron al descubierto, esto gracias a su diligencia para conseguir y obtener recursos pecuniarios y humanos con qué auxiliar los diversos frentes de guerra, se logró en poco tiempo la unificación en torno a su gobierno de la Nueva Granada, y después la independencia de Venezuela, Ecuador y parte del Perú. Ello fue posible porque como ecónomo de guerra desde la retaguardia, Santander levantó ejércitos con sus, armas y dinero para enviar masivamente a todos los frentes de batalla. Para concluir con esta apasionante vida podemos decir: el General Santander tenía grandes dotes naturales a que debió la gloriosa carrera que hizo, por esto y otras grandes cualidades fue uno de los ciudadanos más eminente de su tiempo en la Nueva Granada. El General fue amante del estudio y de un talento claro, se formó legislador, escritor público y filosofo. Para Santander no había obstáculos en el manejo de la cosa pública, pues los vencía fácilmente, con firmeza de su carácter. Aunque nuestro General igual a todos los grandes hombres, por la necesidad de mando, de gloria y de poder, hizo muchas acciones impropias, de acuerdo a la posición que había conquistado con sus servicios. Santander fue un hombre de letras, fomentó la instrucción primaria y la universitaria, permitiendo, que se enseñaran en los establecimientos de educación superior las doctrinas filosóficas y políticas que han formado la escuela liberal moderna. Mantuvo a raya la iglesia Católica, esta acostumbrada a tener sierre un gran respaldo para poder gobernar a su acomodo. En septiembre de 1827, Santander es remplazado permanentemente por Bolívar y enviado al exilio por estar involucrado supuestamente en el atentado contra el Libertador el 25 de septiembre de 1828, aunque los cargos contra el nunca se pudieron demostrar, y su alejamiento del país no incidieron para nada en evitar la disolución de la Gran Colombia a mediados de 1830. Aunque aproximadamente vuelve en 1833 para ejercer a su cargo la primera magistratura hasta 1837. El 6 de mayo de 1840 muere el General Santander a las 6:32, sus palabras finales fueron: ¡ahora si! ¡Adiós mis amados amigos! Y en este momento se extinguió la vida de uno de los más notables ciudadanos de nuestra América. Después de hacer una corta biografía de este gran personaje para nuestra historia, quisiera hacer un poco de énfasis en las fricciones de Bolívar y Santander. Entre estos dos grandes próceres de la patria siempre se noto una gran diferencia de personalidad pues Bolívar fue de una personalidad impaciente además era poco ortodoxo con el manejo del poder y de la política, mientras que Santander era de una personalidad legalista, cautelosa y metódica, por lo que podemos apreciar por ahora eran dos vidas completamente paralelas, aunque al principio no le dieron gran importancia a esto, pronto vinieron las dificultades, muchas de estas por motivos constitucionales y otra gran parte por simples malentendidos. Estos conflictos no demoraron e salir a la luz publica, gracias a un duelo político que habían sostenido. Santander parece que disgusto a Bolívar, por sus continuos roces con Nariño y las continuas dificultades para hacer que el Congreso respetara la Constitución, pero Bolívar apoyo a Santander para solicitar el permiso del congreso para llevar a cabo su proyecto de marchar contra el Perú y aceptar el mando personal de todas las fuerzas que todavía luchaban contra España. Fue solo al llegar Bolívar al Perú cuando principiaron las primeras diferencias entre los dos jefes, primero por unos descuerdo en la misión diplomática que Bolívar le había confiado a Bernardo Monteagudo, con el objeto de hacerlo salir del Perú, Santander sintió que Bolívar había excedido sus facultades e infringido las de el, pero Bolívar se excuso con rapidez, volviéndose a ganar la confianza del vicepresidente. Bolívar le pidió repetidamente a Santander que embarcara mas tropas, pero este segundo fue muy lento en mandar esos refuerzos y esto dio lugar a disputas mucho mas serias, Bolívar le pedía 12.000 hombres a Santander con el animo de que por lo menos llegaran 6.000, pero Bolívar al ver que ni siquiera llegaban los 6.000, predijo la ruina y ofreció renunciar y suspendió su correspondencia con el General Santander. No existe ni una sola prueba de que Santander no quisiera mandar esas tropas y tampoco en ningún momento dudo de la importancia que tenia acabar la Guerra del Perú, es cierto que Santander suministro con lentitud esas tropas, pero también es cierto que Santander tenia varias excusas, una de ellas aunque muy débil era que el carecía de autorización legal para enviar tropas fuera del país. Santander se escudo en que el podía reclutar tropas para la defensa de Colombia, siempre y cuando fuera dentro del territorio, pero que no tenia la autorización para sacar estas fuera del territorio. Esto se podía hacer únicamente con la autorización del Congreso y este no volvería a comenzar con sus sesiones hasta 1824, por lo tanto Santander se formulo una de sus famosas frases: “Si en la obediencia de la Constitución se encuentra el mal, el mal será” gracias a frases como estas se le llamo a Santander el hombre de las leyes. Es difícil explicarse por que un gobernante cuyo país estaba en guerra necesitaba de un permiso legislativo para perseguir a un enemigo fuera de sus fronteras y ayudar a un país amigo, con el cual se había formado un pacto formal de defensa, pero el respeto de el vicepresidente por la leyes era tal que persistió para que no se pusiera en duda su sinceridad. Para Santander era muy difícil conseguir la cantidad de tropas y provisiones que pedía Bolívar, puesto que el servicio militar era muy impopular en la época y el tesoro estaba casi siempre vacío. Además la seguridad nacional era más importante y con tropas españolas tan cerca de la frontera del norte del país, este no podía ser dejado a la deriva sin tropas que lo defendieran. Cuando el Congreso reanudo sus sesiones, Santander explico lo que pasaba, y este obtuvo la aprobación del congreso, pero esto fue demorado por algunas desiciones, entre ellas un debate secreto del Senado sobre suprimir cualquier afirmación de que la ayuda ofrecida por Colombia se hacia por conveniencia, puesto que esto podría ser tomado por Perú como excusa para no pagar los servicios prestados por Colombia. Después de todo esto el vicepresidente pudo mandarle los 12.000 hombres a Bolívar, claro que era muy ingenuo pensar que los 12.000 llegarían al destino acordado y a tiempo para la batalla de Ayacucho. Luego de esto hubo algo mas que puso tensa la relación entre Bolívar y Santander, y fue un carta que envió este segundo al Congreso formulándole las siguientes preguntas, 1) si Bolívar, ahora que estaba en el Perú, conservaba todavía legalmente las facultades extraordinarias que le había concedido el Congreso de Cúcuta; 2)si esas facultades podían ser ejercidas en el Ecuador por el general Bartolomé Salom a quien Bolívar las había delegado en forma expresa antes de partir; 3)si Bolívar podía dar ordenes a los oficiales que estuvieron en Colombia y especialmente en el Ecuador; 4)si los ascensos que había concedido por su propia iniciativa en las tropas colombianas que estaban en el Perú serian validas cuando las tropas regresaran al país. Para Santander era muy importante saber cuales eran los poderes que Bolívar ejercía, aunque el vicepresidente pudo haber manejado esto con un poco mas de tacto era claro que se debía aclarar cuales eran los poderes de Bolívar. El Congreso declaro que Bolívar no podía seguir ejerciendo los mismos poderes sobre Colombia, mientras se encontrara en el Perú. Bolívar se ofendió tanto que opto por seguir la interpretación más rigurosa de los límites que se le imponían, entregándole a Sucre la jefatura de los ejércitos colombianos y este conservo únicamente la autoridad que tenia como jefe de gobierno civil y militar en el Perú. Los simpatizantes de Bolívar vieron un serio peligro en el hombre de la Constitución y de las leyes, procediendo por todos los medios a derrocarlo políticamente. Fue así como se le implicó en la conspiración septembrina de 1828. Por esto tubo que soportar un juicio que constituyo una violación al debido proceso, y como pena se le sentencio a muerte, pero gracias a sus influencias su pena fue cambiada por la de prisión y destierro, este se exilio en Europa, luego volvió mucho mas engrandecido fue restablecido en sus grados y honores militares, de los cuales lo despojaron Bolívar y sus seguidores en 1828. En 1832 fue elegido presidente de la República de la Nueva Granada. Puedo concluir afirmando que las vidas de Santander y Bolívar fueron paralelas, por que aunque su fin era el mismo los dos pensaban muy distinto, sus personalidades eran diferentes, pero gracias a estos hombres hoy estamos parados en una tierra libre, y somos uno de los países mas sólidos de Sur América. Por lo tanto solo podemos agradecer a nuestros próceres por morir por sus pensamientos de libertad. BIBLIOGRAFIA FORERO, MANUEL JOSÉ Santander, prócer de la Independencia nacional. Bogotá, Imprenta Nacional, 1940. CASTAÑO ZULUGA, LUIS OCIEL Francisco de Paula Santander y Omaña. Biblioteca virtual del Banco de la Republica. Edición original 2004-12-16 MORENO DE ANGEL, PILAR. Repaso de historia. Francisco de Paula Santander. Fundador Civil de la Republica. Biblioteca virtual del Banco de la Republica. Edición original 2005-05-16 David Bushnell, el régimen de Santander en la Gran Colombia, El ancora editores.